Con los cambios climáticos del final de la última glaciación (aprox. 11.000/10.000 B.P.), que dieron lugar al cambio de paisaje y la emigración de los cazadores, se produjo un eclipse en la actividad artística, aunque es posible que se mantuviera en soportes que no han llegado a nosotros. Las manifestaciones artísticas que se encuentran tras el paleolítico Superior corresponden a civilizaciones neolíticas y postneolíticas.
Hay que hacer referencia a los millares de figuras pintadas o grabadas en el desierto del Sahara, el arte de los antepasados de los bosquimanos en África austral, el Arte Complejo de Australia (en parte con fechas muy antiguas) o los conjuntos pictóricos de la Patagonia, con sus frisos de manos tan parecidas a las de Francia y España. Por ello se puede decir que el arte rupestre es un fenómeno universal.
Del final del Epipaleolítico destaca el arte de Lepenski Vir (Serbia), un grupo de poblados superpuestos (8.500-7.500 B.P.), en las Puertas del Hierro, a orillas del Danubio. Sus habitáculos eran de forma triangular, con un pequeño santuario de piedra, en los que se encontraron esculturas realizadas sobre pequeños cantos rodados de formas ovoides o esféricas, representando figuras humanas, de peces, cabezas de ciervo y abstractas (entre 25 y 50 cm.). Es un arte de cierta tosquedad, con figuras vigorosas y expresivas de aspecto “moderno” y estilo muy variado.
Hay que hacer referencia a los millares de figuras pintadas o grabadas en el desierto del Sahara, el arte de los antepasados de los bosquimanos en África austral, el Arte Complejo de Australia (en parte con fechas muy antiguas) o los conjuntos pictóricos de la Patagonia, con sus frisos de manos tan parecidas a las de Francia y España. Por ello se puede decir que el arte rupestre es un fenómeno universal.
Del final del Epipaleolítico destaca el arte de Lepenski Vir (Serbia), un grupo de poblados superpuestos (8.500-7.500 B.P.), en las Puertas del Hierro, a orillas del Danubio. Sus habitáculos eran de forma triangular, con un pequeño santuario de piedra, en los que se encontraron esculturas realizadas sobre pequeños cantos rodados de formas ovoides o esféricas, representando figuras humanas, de peces, cabezas de ciervo y abstractas (entre 25 y 50 cm.). Es un arte de cierta tosquedad, con figuras vigorosas y expresivas de aspecto “moderno” y estilo muy variado.