No se posee ningún documento sobre las ceremonias mágicas de los hombres del Paleolítico Superior, pero su realidad es percibida por muchos investigadores a través del arte plasmado en las paredes. Las pinturas, grabados, estatuillas y bajorrelieves suelen interpretarse como objetos mágicos, símbolos íntimamente asociados con el rito y lo sobrenatural.
Se hace difícil separar religión y actividad estética, pues el conjunto de manifestaciones responde a un proceso de exaltación social y de una multiplicación de los símbolos que han de tomarse como un todo.
La etnografía comparada ha sido uno de los motores para la aceptación de la religión prehistórica, y uno de sus triunfos ha sido el poder demostrar a la vez la simplicidad de ciertos esquemas de comportamiento y la extrema complejidad y diversidad de su actualización técnica.
No es posible saber si el hombre prehistórico creía en algún dios o simplemente en “los espíritus”. El hecho de que enterrase a sus muertos puede tomarse como un indicador de creencias en otra vida. Por otra parte, desde hace unos años se ha resucitado el concepto del Chamanismo. Los chamanes son individuos que se preparan para el conocimiento durante la mayor parte de su vida. Son los depositarios de la sabiduría y los intermediarios entre el mundo de los humanos y los otros mundos. Parece que debieron existir unos brujos, chamanes u hombres sabios que actuaban como sanadores y mediadores con los espíritus, tan como vemos en algunas representaciones ubicadas en la profundidad de las cavernas.
Se hace difícil separar religión y actividad estética, pues el conjunto de manifestaciones responde a un proceso de exaltación social y de una multiplicación de los símbolos que han de tomarse como un todo.
La etnografía comparada ha sido uno de los motores para la aceptación de la religión prehistórica, y uno de sus triunfos ha sido el poder demostrar a la vez la simplicidad de ciertos esquemas de comportamiento y la extrema complejidad y diversidad de su actualización técnica.
No es posible saber si el hombre prehistórico creía en algún dios o simplemente en “los espíritus”. El hecho de que enterrase a sus muertos puede tomarse como un indicador de creencias en otra vida. Por otra parte, desde hace unos años se ha resucitado el concepto del Chamanismo. Los chamanes son individuos que se preparan para el conocimiento durante la mayor parte de su vida. Son los depositarios de la sabiduría y los intermediarios entre el mundo de los humanos y los otros mundos. Parece que debieron existir unos brujos, chamanes u hombres sabios que actuaban como sanadores y mediadores con los espíritus, tan como vemos en algunas representaciones ubicadas en la profundidad de las cavernas.