Los inicios de la metalurgia
El proceso evolutivo de algunas comunidades neolíticas (en el V y sobre todo en el IV milenio) produjo la transformación de agrupaciones rurales en urbanas hasta convertirse en centros de grandes civilizaciones históricas ya en el IV-III milenio (como las ciudades sumerias o egipcias).
La evolución de las comunidades neolíticas europeas debió esperar unos dos milenios más para alcanzar la civilización urbana. Se pueden establecer paralelismos entre el proceso de evolución del Neolítico Final del Próximo Oriente y el que se produjo en Europa, pero con anticipación cronológica del primero: una primera etapa de consolidación y expansión de las formas de vida neolíticas hacia zonas próximas, mediante el pastoreo, y un segundo momento de expansión, ya de poblados campesinos, con doble actividad agrícola y pastoril, de gran difusión a partir del VII milenio.
Entre el 8500 y el 6500 a.C. se produce en el Próximo Oriente una transformación hacia la vida agrícola, con las primeras aldeas de agricultores desde el VIII milenio. En el VII milenio aparece la cerámica, con intercambio de materias primas y productos. La expansión desde Siria hacia Anatolia y Mesopotamia, y desde Palestina hacia el valle del Nilo dio lugar a la creación de centros más desarrollados. Se conoce el regadío desde el VI milenio, y las primeras ciudades revelan sociedades complejas y jerarquizadas hacia el 4000 a.C.
El Calcolítico
El Calcolítico es un término en desuso en la Prehistoria del Próximo Oriente, al ser difícil definirlo como un período por la rapidez en su evolución hacia el Bronce Antiguo. Abarcaría más o menos el V y IV milenio, aunque el uso del cobre batido se conocía desde antes (finales del VIII milenio y comienzos del VII en Anatolia, y VII-VI milenios en Mesopotamia).
En el VI milenio destacan Yarim Tepe (norte de Mesopotamia) y Çatal Hüyük, con un collar de cobre de 13 cuentas.
En el V milenio están:
Hasta finales del IV milenio no hay aleación cobre-estaño (verdadero bronce), seguramente procedente de Afganistán. Durante el III milenio hay mayor uso del verdadero bronce en detrimento del cobre, que desaparece a inicios del II milenio.
Contextos culturales de Próximo Oriente donde aparece la metalurgia
Palestina. Complejo Gasuliense (4100-3200 a.C.)
Ocupa las llanuras bajas de Palestina, con agricultores y pastores conocedores de la metalurgia. En el yacimiento de Teleilat Ghassul hay tres fases, la primera con cabañas circulares y más tarde con planta rectangular, hogares y silos.; en la segunda fase destaca la cerámica de formas cónicas o en cucurucho, vasos con pie, mantequeras con asas de orejeta, pintadas en la última fase. Escasa aparición de metal, con dos santuarios e ídolos en forma de violín (rito a la divinidad femenina).
En el yacimiento de Abu Hamid (valle del Jordán) tiene mucha importancia la circulación de mercancias, en especial de cobre, con una actividad permanente de los poblados. Economía de cereales y olivo. Las casas son de planta rectangular, con paredes de adobe y zócalo de piedra, almacenes y grandes espacios abiertos. Hay áreas de trabajo de ceramistas, indicativo de cierta especialización artesanal.
Zona de Beersheba
Hay asentamientos durante el IV milenio en Horvat Beter, Abu Matar y Safadi, con distintas característica a los gasulienses.
Las primeras habitaciones eran cámaras subterráneas, a las que se superponen casas ovales de piedra y adobe, rectangulares en la última etapa. Los poblados eran especializados, con cobre importado de Transjordania y cerámica, alguna hecha con torno (vasijas con cuello), siendo características las mantequeras.
Destaca el trabajo en marfil de figuritas masculinas y femeninas desnudas con las manos sobre el vientre (Safadi).
Norte de Siria. Cultura de Halaf
Las primeras ocupaciones se remontan a finales del VII milenio, pero es en torno al V, con la cultura de Halaf, cuando el poblamiento se acrecienta en número e importancia. El yacimiento más importante de esta cultura es Tell Sabi Abyad (valle del Balik), donde se fijan las características arquitectónicas de este período: coexistencia de construcciones de planta circular de reducido tamaño (tholoi), posibles silos, con habitaciones rectangulares y sistemas complejos. Destaca en la vida de los poblados la producción de cereales.
La cultura de Halaf es originaria del norte de Siria (Aqab) y noroeste de Irak (Arpachiyah), con gran extensión geográfica, en especial de la cerámica, desde el Tauro a los Zagros, con una colonización agrícola-ganadera de los valles de los ríos mesopotámicos. Su cronología va del 5500 al 4500 a.C.
El yacimiento que da nombre a la cultura es Tell Halaf, en el norte de Siria. Tiene construcciones circulares de 3-4 m de diámetro, llamadas tholoi, con dependencias anexas. Son más frecuentes las rectangulares en piedra y adobe, y los patios para funciones domésticas.
En la industria lítica destaca el uso de la obsidiana, sílex y piedras verdes en colgantes, amuletos, sellos, figuritas femeninas, animales y proyectiles de honda.
Su magnífica cerámica, muy extendida, es la máxima expresión de la cerámica pintada polícroma, con evolución variable según los lugares, obra posiblemente de artesanos especializados. Se han localizado talleres en Arpachiyah (Irak) y Yunus (Turquía). Los yacimientos del este presentan motivos animales variados y flores, así como otros geométricos o lineales.
Por las múltiples representaciones de bucráneos (cabezas de bóvidos) se supone que el ganado vacuno sería una base importante de su economía.
El proceso evolutivo de algunas comunidades neolíticas (en el V y sobre todo en el IV milenio) produjo la transformación de agrupaciones rurales en urbanas hasta convertirse en centros de grandes civilizaciones históricas ya en el IV-III milenio (como las ciudades sumerias o egipcias).
La evolución de las comunidades neolíticas europeas debió esperar unos dos milenios más para alcanzar la civilización urbana. Se pueden establecer paralelismos entre el proceso de evolución del Neolítico Final del Próximo Oriente y el que se produjo en Europa, pero con anticipación cronológica del primero: una primera etapa de consolidación y expansión de las formas de vida neolíticas hacia zonas próximas, mediante el pastoreo, y un segundo momento de expansión, ya de poblados campesinos, con doble actividad agrícola y pastoril, de gran difusión a partir del VII milenio.
Entre el 8500 y el 6500 a.C. se produce en el Próximo Oriente una transformación hacia la vida agrícola, con las primeras aldeas de agricultores desde el VIII milenio. En el VII milenio aparece la cerámica, con intercambio de materias primas y productos. La expansión desde Siria hacia Anatolia y Mesopotamia, y desde Palestina hacia el valle del Nilo dio lugar a la creación de centros más desarrollados. Se conoce el regadío desde el VI milenio, y las primeras ciudades revelan sociedades complejas y jerarquizadas hacia el 4000 a.C.
El Calcolítico
El Calcolítico es un término en desuso en la Prehistoria del Próximo Oriente, al ser difícil definirlo como un período por la rapidez en su evolución hacia el Bronce Antiguo. Abarcaría más o menos el V y IV milenio, aunque el uso del cobre batido se conocía desde antes (finales del VIII milenio y comienzos del VII en Anatolia, y VII-VI milenios en Mesopotamia).
En el VI milenio destacan Yarim Tepe (norte de Mesopotamia) y Çatal Hüyük, con un collar de cobre de 13 cuentas.
En el V milenio están:
- Can Hassan 2B: cabeza de maza del 5000 a.C.
- Susa (fases A y B-C): con cobre de las minas de Anarak (posible intercambio de metales), en posible aleación con arsénico, en la primera mitad del IV milenio.
- Nahar Mishmar (en el Mar Muerto): 423 objetos de cobre (3700 a.C.). Aleación de cobre y arsénico, algunos fundidos con la técnica de la cera perdida.
Hasta finales del IV milenio no hay aleación cobre-estaño (verdadero bronce), seguramente procedente de Afganistán. Durante el III milenio hay mayor uso del verdadero bronce en detrimento del cobre, que desaparece a inicios del II milenio.
Contextos culturales de Próximo Oriente donde aparece la metalurgia
Palestina. Complejo Gasuliense (4100-3200 a.C.)
Ocupa las llanuras bajas de Palestina, con agricultores y pastores conocedores de la metalurgia. En el yacimiento de Teleilat Ghassul hay tres fases, la primera con cabañas circulares y más tarde con planta rectangular, hogares y silos.; en la segunda fase destaca la cerámica de formas cónicas o en cucurucho, vasos con pie, mantequeras con asas de orejeta, pintadas en la última fase. Escasa aparición de metal, con dos santuarios e ídolos en forma de violín (rito a la divinidad femenina).
En el yacimiento de Abu Hamid (valle del Jordán) tiene mucha importancia la circulación de mercancias, en especial de cobre, con una actividad permanente de los poblados. Economía de cereales y olivo. Las casas son de planta rectangular, con paredes de adobe y zócalo de piedra, almacenes y grandes espacios abiertos. Hay áreas de trabajo de ceramistas, indicativo de cierta especialización artesanal.
Zona de Beersheba
Hay asentamientos durante el IV milenio en Horvat Beter, Abu Matar y Safadi, con distintas característica a los gasulienses.
Las primeras habitaciones eran cámaras subterráneas, a las que se superponen casas ovales de piedra y adobe, rectangulares en la última etapa. Los poblados eran especializados, con cobre importado de Transjordania y cerámica, alguna hecha con torno (vasijas con cuello), siendo características las mantequeras.
Destaca el trabajo en marfil de figuritas masculinas y femeninas desnudas con las manos sobre el vientre (Safadi).
Norte de Siria. Cultura de Halaf
Las primeras ocupaciones se remontan a finales del VII milenio, pero es en torno al V, con la cultura de Halaf, cuando el poblamiento se acrecienta en número e importancia. El yacimiento más importante de esta cultura es Tell Sabi Abyad (valle del Balik), donde se fijan las características arquitectónicas de este período: coexistencia de construcciones de planta circular de reducido tamaño (tholoi), posibles silos, con habitaciones rectangulares y sistemas complejos. Destaca en la vida de los poblados la producción de cereales.
La cultura de Halaf es originaria del norte de Siria (Aqab) y noroeste de Irak (Arpachiyah), con gran extensión geográfica, en especial de la cerámica, desde el Tauro a los Zagros, con una colonización agrícola-ganadera de los valles de los ríos mesopotámicos. Su cronología va del 5500 al 4500 a.C.
El yacimiento que da nombre a la cultura es Tell Halaf, en el norte de Siria. Tiene construcciones circulares de 3-4 m de diámetro, llamadas tholoi, con dependencias anexas. Son más frecuentes las rectangulares en piedra y adobe, y los patios para funciones domésticas.
En la industria lítica destaca el uso de la obsidiana, sílex y piedras verdes en colgantes, amuletos, sellos, figuritas femeninas, animales y proyectiles de honda.
Su magnífica cerámica, muy extendida, es la máxima expresión de la cerámica pintada polícroma, con evolución variable según los lugares, obra posiblemente de artesanos especializados. Se han localizado talleres en Arpachiyah (Irak) y Yunus (Turquía). Los yacimientos del este presentan motivos animales variados y flores, así como otros geométricos o lineales.
Por las múltiples representaciones de bucráneos (cabezas de bóvidos) se supone que el ganado vacuno sería una base importante de su economía.