Podría definirse como el agrupamiento de una población reunida por una comunidad de intereses en relación a un territorio o espacio geográfico concreto. Sobre él se sustenta su forma de vida a partir de una instalación permanente. La instalación permanente serviría además como reafirmación de la propiedad de un territorio por parte de una comunidad.
A partir del Neolítico la sedentarización se generaliza, debido a las nuevas técnicas agrícolas y ganaderas, que facilitan al mismo tiempo la posibilidad de agrupamientos mayores de población y organizaciones sociales más complejas, incluso con grupos especializados en cultivos y ganadería estabulada o pastoreo.
El asentamiento fijo, “poblado” o aldea
Adquiere gran importancia en este período. Es una estructura de hábitat agrupada de varias habitaciones, que se ocupan de forma simultánea, respondiendo a las necesidades del grupo. Se distingue del campamento en que éste es estacional e incluso nómada.
Sobre el 10.000 a.C. aparecen los primeros poblados mesolíticos natufienses, sin agricultura ni ganadería, pero con una gran sedentarización.
En el mesolítico Kebariense las casas son pequeños abrigos circulares parcialmente enterrados en el suelo, con paredes revestidas de piedra y suelos enlosados con hogar excavado en el interior y cubiertas con materiales ligeros.
En la fase siguiente, el Neolítico precerámico (8000 a.C.), los poblados aumentan de superficie (2 o 3 Has.). Casas sin orden aparente, sobre superficie del suelo con armazones de madera y barro, circulares, pero con compartimentos. Más tarde son rectangulares de planta simple de uno o dos niveles, con pequeños espacios de almacenamiento asociados al de la habitación. Cimientos con zócalos de piedra, con una estructura de adobes o tapial, revestida de enlucidos de cal y yeso, techo plano de tierra sobre un armazón de madera y caña.
Hacia el 6000 a.C. de dan los primeros elementos de urbanismo regularizado, a modo de calles y plazas. Casas con planta rectangular con varias habitaciones a veces comunicadas y aglomeraciones cada vez más grandes (10 Has.), pero siguen siendo aldeas. Las ciudades aparecerán 3000 años después, con sus edificios de prestigio y los primeros testimonios administrativos con los documentos escritos.
Europa
El poblado aparece a mediados del VI milenio, conviviendo con campamentos por largo tiempo de cazadores recolectores, en Karanovo (Bulgaria), que es la única región de Europa donde se han excavado plantas completas de poblados con una organización interna de calles y a veces rodeados de empalizadas. Casas rectangulares (5 o 6 m. de lado), con entramados de pequeños troncos y argamasa de paja y barro.
A mediados del V milenio, en la región de Tesalia (Grecia), casas cuadrangulares, de adobe con zócalos de piedra, con los muros reforzados por los contrafuertes interiores, las llamadas tipo Tsangli.
En la zona mediterránea, destaca el poblado neolítico antiguo con cerámica cardial de Courthezon (Francia) en el 4.650 a.C., con suelos empedrados de cabañas circulares que llegan a los cinco metros de diámetro, junto a otras de 1 m. de diámetro (posibles hogares).
En el área danubiana, en el V milenio existieron grandes construcciones alargadas rectangulares y después trapezoidales, con techo a doble vertiente y cubierta vegetal, sostenido por un fuerte armazón de madera apoyado sobre gruesos postes de madera. Los muros son de entramado de madera y barro y están bordeados al exterior por fosas de desechos de habitación.
En el Neolítico Medio y Reciente ( 3700/3500 a.C.), destacan los ejemplos de la adaptación al medio de las viviendas son las viviendas lacustres de los lagos suizos y del Jura francés en Charavines y Clairvaux.
A partir del Neolítico la sedentarización se generaliza, debido a las nuevas técnicas agrícolas y ganaderas, que facilitan al mismo tiempo la posibilidad de agrupamientos mayores de población y organizaciones sociales más complejas, incluso con grupos especializados en cultivos y ganadería estabulada o pastoreo.
El asentamiento fijo, “poblado” o aldea
Adquiere gran importancia en este período. Es una estructura de hábitat agrupada de varias habitaciones, que se ocupan de forma simultánea, respondiendo a las necesidades del grupo. Se distingue del campamento en que éste es estacional e incluso nómada.
Sobre el 10.000 a.C. aparecen los primeros poblados mesolíticos natufienses, sin agricultura ni ganadería, pero con una gran sedentarización.
En el mesolítico Kebariense las casas son pequeños abrigos circulares parcialmente enterrados en el suelo, con paredes revestidas de piedra y suelos enlosados con hogar excavado en el interior y cubiertas con materiales ligeros.
En la fase siguiente, el Neolítico precerámico (8000 a.C.), los poblados aumentan de superficie (2 o 3 Has.). Casas sin orden aparente, sobre superficie del suelo con armazones de madera y barro, circulares, pero con compartimentos. Más tarde son rectangulares de planta simple de uno o dos niveles, con pequeños espacios de almacenamiento asociados al de la habitación. Cimientos con zócalos de piedra, con una estructura de adobes o tapial, revestida de enlucidos de cal y yeso, techo plano de tierra sobre un armazón de madera y caña.
Hacia el 6000 a.C. de dan los primeros elementos de urbanismo regularizado, a modo de calles y plazas. Casas con planta rectangular con varias habitaciones a veces comunicadas y aglomeraciones cada vez más grandes (10 Has.), pero siguen siendo aldeas. Las ciudades aparecerán 3000 años después, con sus edificios de prestigio y los primeros testimonios administrativos con los documentos escritos.
Europa
El poblado aparece a mediados del VI milenio, conviviendo con campamentos por largo tiempo de cazadores recolectores, en Karanovo (Bulgaria), que es la única región de Europa donde se han excavado plantas completas de poblados con una organización interna de calles y a veces rodeados de empalizadas. Casas rectangulares (5 o 6 m. de lado), con entramados de pequeños troncos y argamasa de paja y barro.
A mediados del V milenio, en la región de Tesalia (Grecia), casas cuadrangulares, de adobe con zócalos de piedra, con los muros reforzados por los contrafuertes interiores, las llamadas tipo Tsangli.
En la zona mediterránea, destaca el poblado neolítico antiguo con cerámica cardial de Courthezon (Francia) en el 4.650 a.C., con suelos empedrados de cabañas circulares que llegan a los cinco metros de diámetro, junto a otras de 1 m. de diámetro (posibles hogares).
En el área danubiana, en el V milenio existieron grandes construcciones alargadas rectangulares y después trapezoidales, con techo a doble vertiente y cubierta vegetal, sostenido por un fuerte armazón de madera apoyado sobre gruesos postes de madera. Los muros son de entramado de madera y barro y están bordeados al exterior por fosas de desechos de habitación.
En el Neolítico Medio y Reciente ( 3700/3500 a.C.), destacan los ejemplos de la adaptación al medio de las viviendas son las viviendas lacustres de los lagos suizos y del Jura francés en Charavines y Clairvaux.