Arte Esquemático
Parece aceptado que el desarrollo del fenómeno Esquemático parte de los focos artísticos andaluces del sudeste y sistemas béticos, difundiendo las tendencias figurativas de sur a norte. Su gran esplendor se ha centrado en el Calcolítico, por lo que sería un arte de los pueblos metalúrgicos; sin embargo, los especialistas actuales están atisbando un substrato indígena en el origen de la pintura esquemática.
Los lugares elegidos por los artistas para desarrollar sus manifestaciones pictóricas suelen ser abrigos rocosos, tanto calcáreos como areniscas, enclavados en pasos naturales o en valles apartados.
En el conjunto del arte post-paleolítico andaluz, el estilo esquemático puro está ampliamente representado con sus clásicos caracteres técnicos, figurativos y temáticos; es decir, esquemas realizados sobre todo en pintura de trazos contínuos y tintas planas, monocromáticas, casi siempre rojas, de formato pequeño, sin apreciable sentido narrativo y con repetición de los mismos motivos: antropomorfos, zoomorfos, tectiformes, zig-zags, escaleriformes, estiliformes, ídolos, puntos, etc.
Tenemos también un buen número de elementos artísticos que no responden a las premisas típicas esquemáticas, en cuanto las figuras adquieren una tendencia al naturalismo (bastantes conjuntos en abrigos del Campo de Gibraltar).
Las representaciones post-paleolíticas en cuevas kársticas presentan algunas innovaciones sin paralelos en los abrigos al aire libre, como una dedicación casi exclusiva de pectiniformes, escasez de figuras antropomorfas, variados arboriformes y grandes lienzos saturados de trazos inconexos y marañas de líneas sin forma alguna. La técnica empleada en ellos fue el pigmento negro grasiento aplicado con un instrumento de ápice duro y romo.
Pertenecen a este estilo pictórico la mayoría de los yacimientos de arte post-paleolítico, extendido en un gran número de yacimientos. Los principales son:
Parece aceptado que el desarrollo del fenómeno Esquemático parte de los focos artísticos andaluces del sudeste y sistemas béticos, difundiendo las tendencias figurativas de sur a norte. Su gran esplendor se ha centrado en el Calcolítico, por lo que sería un arte de los pueblos metalúrgicos; sin embargo, los especialistas actuales están atisbando un substrato indígena en el origen de la pintura esquemática.
Los lugares elegidos por los artistas para desarrollar sus manifestaciones pictóricas suelen ser abrigos rocosos, tanto calcáreos como areniscas, enclavados en pasos naturales o en valles apartados.
En el conjunto del arte post-paleolítico andaluz, el estilo esquemático puro está ampliamente representado con sus clásicos caracteres técnicos, figurativos y temáticos; es decir, esquemas realizados sobre todo en pintura de trazos contínuos y tintas planas, monocromáticas, casi siempre rojas, de formato pequeño, sin apreciable sentido narrativo y con repetición de los mismos motivos: antropomorfos, zoomorfos, tectiformes, zig-zags, escaleriformes, estiliformes, ídolos, puntos, etc.
Tenemos también un buen número de elementos artísticos que no responden a las premisas típicas esquemáticas, en cuanto las figuras adquieren una tendencia al naturalismo (bastantes conjuntos en abrigos del Campo de Gibraltar).
Las representaciones post-paleolíticas en cuevas kársticas presentan algunas innovaciones sin paralelos en los abrigos al aire libre, como una dedicación casi exclusiva de pectiniformes, escasez de figuras antropomorfas, variados arboriformes y grandes lienzos saturados de trazos inconexos y marañas de líneas sin forma alguna. La técnica empleada en ellos fue el pigmento negro grasiento aplicado con un instrumento de ápice duro y romo.
Pertenecen a este estilo pictórico la mayoría de los yacimientos de arte post-paleolítico, extendido en un gran número de yacimientos. Los principales son:
- Almería: Los Letreros y Gabal (Vélez-Blanco).
- Jaén: En las sierras están la Cueva de la Diosa Madre y la Cueva del Plato, mientras que en la provincia se sitúan en los alrededores de Aldeaquemada y en Despeñaperros, así como la Cueva de la Granja de Jimena.
- Granada los mejores conjuntos están en Moclín y en las sierras de Arana y Huéscar.
- Málaga: complejos de Peñas Cabrera, Venta del Fraile y el Abrigo de los Porqueros, mientras en otras zonas de la provincia las pinturas no están en abrigos, sino en galerías bastante alejadas de la luz exterior, como por ejemplo La Pileta, Nerja y Victoria.
- Córdoba: yacimientos de los Murciélagos, Murcielaguina y Cholones.
- Cádiz: La Laguna de Janda, con las espectaculares figuras del Tajo de las Figuras y Bacinete