Sitio dedicado a la Antropología

Las categorías que orientan el trabajo etnográfico

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Contenido fundamental

Las intenciones cognoscitivas del etnógrafo y su valor para la comprensión de la etnografía como forma de investigación:
  • Extrañamiento
  • Intersubjetividad
  • Descripción densa
  • Localización
  • Encarnación
  • Triangulación
  • Datos Multirreferenciales
  • Ironía e Inter-textualidad
La noción de contexto

Líneas argumentales

A lo largo de los artículos anteriores se ha ido apuntando algunos de los requisitos que convierten la etnografía en una disciplina, cuyo tejido conceptual esta compuesto por términos como “entrevista”, “observación participante”, “análisis cualitativo”, y otras designaciones técnicas. En este cap. se detendrá a considerar algunos de esos requisitos y sus implicaciones para la etnografía como forma de conocimiento y de crítica.

El artículo se divide en tres partes:
  1. se ofrece una serie de términos clave que ya han ido apareciendo, se ofrecerá algún ejemplo, y se extraerán algunas consecuencias. Sólo cuando el investigador es capaz de integrar en sus intenciones cognoscitivas lo que se encierra en estos términos, se encuentra en la situación adecuada para convertir en etnografía las acciones, los objetos y transformaciones apuntadas en la primera aproximación al modelo
  2. Vuelve sobre el problema de la explicación y sus relaciones con otras formas de abordar el tratamiento teórico de la información en etnografía.
  3. Exposición de algunas cuestiones sobre la dimensión crítica y aplicada de la etnografía, prestando especial atención a la investigación en la escuela.
Extrañamiento

El punto de partida de la investigación etnográfica al igual que la investigación científica reside en la percepción de anomalías. Como la que ilustra el siguiente episodio:

Imagine usted que se ha desplazado a una de las escasas reuniones que tienen lugar en el centro vecinal de Burgherside. Están presentes los contribuyentes (maestros, etc. )que estan llevando la mayor parte de la conversación, exponiendo lo que se ha planificado y pensado y se esta haciendo para ellos. Cada representante concluye su intervención con un: “me encantaría responder a vuestras preguntas, si tenéis alguna”, unos cuantos portavoces de los pobres, minorías étnicas expresan su punto de vista acerca de las condiciones de vida de los Burghersiders. No hay verdadera comunicación, una comunicación recíproca. Se percibe una anomalía que exige un esfuerzo de comprensión.

En la investigación etnográfica la percepción de anomalías esta en el origen del extrañamiento.

EXTRAÑAMIENTO = Consiste en sorprenderse e interesarse por como los otros interpretan o realizan su mundo sociocultural. La clave del extrañamiento está en la capacidad para percibir la diversidad, y no tanto en los sujetos que intervienen en la acción: observando con finura uno puede extrañarse de modos de conducta y comprensión aparentemente próximos, o sea, puede ver como ajeno lo que es aparentemente propio.

No existe neutralidad cognitiva, como el ojo neutro de una cámara fotográfica, sino que vemos las cosas desde una perspectiva. Sería absurdo partir de la idea de que podemos observar las realidades socioculturales desde una absoluta neutralidad cognoscitiva. Una epistemología en CCSS no puede ser exclusivamente formalista, pues el fundamento de todo conocimiento social se encuentra en las relaciones concretas que el investigador mantiene con su campo. Por lo que hay que evitar caer en el etnocentrismo, es decir, considerar que los valores, las categorías de percepción de realidad, la adecuación o inadecuación de conductas en las que uno (el investigador) ha sido socializado gozan de mayor credibilidad, es decir, son mejores que las de otras personas socializadas en otros grupos.

El extrañamiento y su relación con la Hipótesis de Similitud entre Prácticas

HIPÓTESIS DE SIMILITUD ENTRE PRÁCTICAS (HSP) = la cualidad etnocéntrica (o sociocéntrica) lleva según Stephen Turner a formular la idea de que la investigación social parte de una hipótesis de similitud de prácticas, es decir, puesto que en mí mundo se hacen tales y tales cosas, y lo que se hace en mi mundo es lo esperable y natural, las prácticas sociales han de ser en cualquier parte similares a éstas de mi mundo.

El EXTRAÑAMIENTO es la actitud que nos faculta para realizar dos operaciones importantes:
  1. Nos predispone para someter a falsación la HSP. Es decir, nos permite percibir que en otros mundos sociales las personas efectivamente no hacen lo que yo (nosotros) haría(mos). Esto es fundamental porque un modo habitual de poner a trabajar el etnocentrismo es ignorar todo aquello que sale de nuestras expectativas sobre como debería ser el mundo social.
  2. Nos lleva a fraguar una actitud relativista ante lo que no encaja con nuestros esquemas etnocéntricos. Tendemos a juzgar apresuradamente como un modo inferior lo que no encaja con nuestros modos de vida. Con el extrañamiento convertimos la percepción de una anomalía en fuente de reflexión intelectual. Por ej, frente a una exclamación del tipo: ¡ya están otra vez perdiendo el tiempo estos individuos que son incapaces de entenderse! John se interesó por hacer inteligibles, en términos socioculturales, su “fracaso” comunicativo. El etnógrafo no se aproxima a la anomalía diciendo “si hicieran lo que yo haría todo estos sería mucho mejor”, sino en sus circunstancias –que hay que investigar—cualquiera haría lo que ellos hacen”. La etnografía busca analizar detalladamente las circunstancias que hacen inteligible otro modo de vida. Trata de incorporar a su discurso la mayor cantidad posible de elementos de esa forma de vida que resulten significativos para hacer inteligible la anomalía.
La redefinición de la objetividad en términos de inter-subjetividad

En la medida en que los “objetos” de estudio del etnógrafo, a los que se aproxima con intención dialógica, son acciones sociales y discursos llevadas a cabo pro personas la etnografía redefine la objetividad como intersubjetividad.

En la producción de su investigación, el etnógrafo escucha y mira lo que los agentes sociales dicen y hacen para construir, a partir de los diversos puntos de vista y prácticas observadas, esa vida común. Al realizar esta tarea puede apreciarse que hay elementos no explícitos que trascienden a los agentes particulares

Al definir la objetividad como intersubjetividad la etnografía trastoca el sentido que las orientaciones positivistas conceden a la observación como forma de conocimiento.

El etnógrafo no considera que la observación de conductas sea más “objetiva” que la comprensión de los discursos, las reglas o los valores, que confieren significado a tales conductas.

La observación de conductas por parte del investigador puede ser un procedimiento cargado de subjetividad, si esa observación no ha sido previamente tamizada por la comprensión del significado.

Los datos no están dados, sino que son producidos como consecuencia de una actividad reflexiva de categorización de la realidad, de nuestras lecturas y de nuestras charlas con los informantes. Aunque usamos la noción "observable", esto no quiere decir que todo nuestro material empírico proceda de la observación. Sin embargo, al llamar observables a nuestros datos ponemos el acento en el hecho de que somos nosotros, como investigadores, quienes, en última instancia, hacemos que nuestros datos sean significativos en relación con alguna clase de presentación teórica. Aunque el proceso etnográfico exige intersubjetividad, y un juego constante con las dimensiones etic y emic, somos nosotros los que finalmente construimos las interpretaciones, desde nuestro punto de vista etic, en el producto final: el texto etnográfico

La definición del concepto “DESCRIPCIÓN DENSA”, y sus operaciones subsidiarias (localización, encarnación, triangulación, datos multirreferenciales, ironía e intertextualidad), pp. 219 y ss.

La etnografía pretende reflejar la trama de la cultura, es decir, la práctica y los discursos de los agentes tal y como se imbrican en una forma de vida.

Descripción densa. C Geertz à El etnógrafo debe realizar una descripción guiada interpretativamente. Con el nivel descriptivo y el nivel argumental se presenta la cultura en dos planos:
  1. la cultura toma cuerpo en el detalle de las acciones cotidianas,
  2. describe la cultura como sistema de relaciones significativas entre acontecimientos e instituciones.
Cuando el relato de unos hechos ordinarios y concretos condensa una visión relacional de valores y significados culturales, compuesta por el investigador, estamos ante una descripción densa. Presenta la cultura como conjunto de relaciones significativas, es decir, da cuenta de los significados que los agentes atribuyen a los acontecimientos y de las intenciones con que participan de ellos.

Además describir estos significados e intenciones debe conducir a construir el espacio público, es decir, común, de sentidos y valores dando cuenta de sus múltiples niveles y aspectos, este es el objetivo de la descripción densa.

Matices de la noción “el punto de vista nativo”

La descripción densa implica localizar los datos en situaciones concretas de la vida social del agente.

Los datos localizados nos permiten acceder a la realidad y describirla en sus múltiples facetas y matices. Cuando un agente dice o hace algo, lo importante no es sólo destacar el contenido de esa práctica, sino también dar cuenta del marco de intenciones y de condiciones en que tal práctica ha sido llevada a cabo.

Un problema clásico de la localización[1]:

¿Deben las ciencias sociales limitarse a reflejar el punto de vista de los sujetos estudiados? ¿Es su mundo social la teoría más adecuada?

Una visión ceñida exclusivamente al punto de vista de los sujetos estudiados, una visión interna puede ser engañosa por varias razones:
  • la gente tiene una visión muy limitada y muy distorsionada de cómo trabaja un sistema, tienden a verlo desde su posición dentro de él[2].
  • Las interpretaciones nativas suelen estar cargadas de racionalizaciones y afirmaciones sobre “como deberían ser las cosas”
  • Los modelos del nativo no sólo son un modelo del mundo en la forma en que lo conocen, también constituyen un modelo del mundo tal como ellos desearían que fuera.
A veces la propuesta de ciencia social dialógica – tal como propone el autor—se confunde con la propuesta de ciencia social construida a base de recoger el punto de vista del nativo. Esta confusión tiene que ver con el hecho de que nos resulta difícil imaginar una información localizada debido a que en nuestros ambientes intelectuales los datos han sido extraídos (abstraídos) de su situación originaria de producción.

Al localizar los datos nos encontramos un hecho simple: la conciencia del nativo (su punto de vista) es sólo uno de los lugares potenciales en los que se genera una conducta o discurso. Las conductas o discurse se producen también en lugares sociales que mediatizan los ejercicios de la conciencia individual. Ej. un emigrante extremeño en Madrid podría identificarse como: extremeño ante interlocutor madrileño; europeo ante interlocutor sudamericano; no-extremeño ante interlocutor hostil a los extremeños.

No se trata de cinismo sino que al localizar las situaciones sociales, la descripción densa muestra que la relación de los agentes con sus conciencias individuales es compleja porque esa relación esta mediada por la presencia – acciones y discursos—de los otros.

Por eso aunque los etnógrafos puedan decir cosas de los individuos, ante todo tratan de decir cosas de las situaciones en las cuales se desarrollan las relaciones.

La producción de una sociología con sujeto

La descripción densa implica conseguir que los enunciados de la Etnografía aparezcan encarnados en personajes de carne y hueso y en experiencias vividas.

A diferencia de la sociología, la etnografía evita reproducir el modelo de una sociología sin sujeto.

Localización y encarnación son las dos operaciones básicas que conducen a realizar una descripción detallada y concreta de la vida social

Los propósitos de la triangulación

Los etnógrafos intentan triangular la información obtenida, contrastándola y localizándola en diversas fuentes. Y a eso contribuye la descripción densa.

La triangulación contribuye a conseguir dos propósitos:
  1. Validación y consistencia = ambas conducen a contemplar la cultura como un conjunto consistente de pautas colectivas. Mediante la validación se confirman que determinadas acciones o interpretaciones forman pautas. Comprobar la consistencia de los datos nos permitirá asegurar que estamos ante un elemento de un espacio común, del espacio público de la cultura, y no ante un hecho aislado o ante una apreciación enteramente subjetiva del investigador.
  2. Acceder al espacio público de la cultura teniendo en cuenta una multiplicidad de perspectivas. La etnografía es un ejercicio de perspectivismo. Como un proceso de diversidad o variación de las pautas.
Los datos multirreferenciales y sus propósitos

Una operación fundamental de la descripción densa es reflejar la complejidad de la cultura, es decir, presentar la información de manera que (diversos matices o facetas) recoja la multiplicidad de niveles o aspectos de la realidad. Por ejemplo, como Harry presentó la relación entre el consumo de alcohol, trabajo y dinero en la sociedad de Blackfish (p 224)

La ironía y la intertextualidad, sus relaciones con la connotación y con el holismo

La descripción densa, a diferencia del supuesto discurso neutral de la observación pura, habla o refiere siempre a otras cosas. Describe la cultura como un conjunto significativamente relacionado de acontecimientos e instituciones, lo que impide descripciones planas o reductivas.

La etnografía busca que los datos reflejen los desplazamientos que los agentes realizan cotidianamente entre las diferentes parcelas de la realidad = intertextualidad Se trata de describir e identificar esos puentes de sentido que ponen en relación las diferentes parcelas de la realidad en conjuntos compartidos de experiencias.

Por tanto, se trata de identificar esos puentes de sentido + elaboración multirreferencial de los datos para la comprensión de los acontecimientos y las instituciones como hechos sociales.

La noción de explicación, el razonamiento causal, y su lugar en etnografía

EXPLICACIÓN = Una de las nociones que mayor atención ha despertado. Ya en el cap. 2 se discutió sobre el lugar que ocupa la explicación en la epistemología de la etnografía.

MODELOS DE EXPLICACIÓN EN CCSS: Explicaciones genéticas, causales y composicionales. Sin embargo, el fundamento de la explicación es el razonamiento sobre causas. Explicar un fenómeno consiste en dar las causas de él.

En Etnografía la explicación, junto con la descripción, traducción e interpretación, son los elementos que más contribuyen a la comprensión de un fenómeno.

Aquí se va a detener en la expresión y la traducción debido a la importancia que tienen para la configuración del contexto.

Frecuentemente en Etnografía las proposiciones sobre hechos más que explicar en cadenas o círculos del tipo: Explanans à Explanandum[3]; lo que hacen es expresar, es decir, plasman o reflejan, representan. Con el concepto de explicación se hace referencia al horizonte descriptivo y representacional. El etnógrafo expresa la cultura que investiga al componer una imagen global de las relaciones entre los hechos sociales.

El desempleo de negros y chicanos
  1. Los gremios anglo no han concedido a esta gente igualdad de oportunidades
  2. Negros y chicanos de la zona, aún poseyendo cualificación para “trabajos limpios” no son contratados
  3. Los jóvenes con educación pertenecientes a las minorías tienden a abandonar la ciudad porque no encuentran trabajo deseable
La economía de Stockton ha crecido y se ha hecho más industrial desde la década de los cincuenta, pero negros y chicanos han permanecido mayormente en el rol de trabajadores no cualificados.

De este fragmento pueden derivarse tres consideraciones:
  1. La causalidad que mejor encaja con la Etnografía es la causalidad múltiple.
  2. Las relaciones entre explanantia y explanamda permanecen relativamente abiertas. Una relación circular entre la falta de formación y la igualdad de oportunidades, por una parte, y el desempleo de los burghersiders, por otra. Esta relación circular es la que John parece proponer en el conjunto de su obra pues el desempleo es un elemento fundamental en la imagen del fracaso de las minorías subordinadas. Y finalmente, esta situación circular –considerada en su conjunto—podría ser tomada como explanans del abandono de la ciudad por las minorías.
  3. Esta apertura de las relaciones explicativas (no delata una mala construcción de la explicación por parte del autor) delata una intención comunicativa. Es decir, busca no tanto el desvelamiento de uno o varios explanantia concluyentes sobre un hecho observable cuanto mostrar un conjunto de elementos cuyo sistema de relaciones es, como la propia realidad laboral de Stockton abierta y multideterminada. Las figuras 8 y 9 son insuficientes para dar cuenta de la situación que sólo puede presentarse fragmentariamente.
La importancia del texto no radica tanto en el establecimiento causal de las relaciones entre desempleo, estructura de oportunidades y migración; cuanto la expresión, la representación de unos elementos que dan lugar a una imagen deel lugar que el desempleo en el mundo de los burghersiders.

Lo crucial no es sólo la relación teórica establecida entre recompensas sociales y rendimiento escolar, sino la expresión de los hechos concretos que, en el contexto de Stockton, configuran el significado social de las “recompensas sociales”, “la seriedad” y “los rendimientos”

Con este esquema explicativo de las variables la etnografía llama la atención sobre la necesidad de detallar su significación en contextos particulares, partiendo de a premisa de que no hay dos contextos en los que las “recompensas sociales”, “la seriedad” y “los rendimientos” remitan a los mismos significados sociales.

Además la Etnografía de John aporta una guía para reflexionar sobre la significación sociocultural de las “recompensas sociales”, “la seriedad” y “los rendimientos” tal y como quedan tramados en un contexto educativo, conduce a reflexionar sobre una relación general entre variables.

Finalmente, cabe señalar que, además, de la dimensión explicativa, su etnografía aporta una buena imagen, con crudeza y realismo, en términos de variables y de conceptos sobre la experiencia circunstanciada de las minorías de burghersiders. Es decir, además de explicar la realidad cultural observada, expresa una imagen que recoge con realismo y rigor científico el mundo cultural de los burghersiders.

La noción de contexto en el proceso etnográfico

Aportar estudios intensivos de contextos concretos de relaciones humanas es el objeto básico de cualquier etnografía. La investigación etnográfica no se centra sólo en la elucidación de causas, sino que su objetivo es hacer inteligible una forma de vida extraña, y esto se consigue suministrando contexto. Y eso es lo que se intenta conseguir al expresar (plasmar, representar, reflejar) esa forma de vida. Al representar un mundo concreto de experiencias.

Así por ej., investigar etnográficamente el bajo nivel de aspiraciones de los chicos/as de Burgherside, no es sólo explicar sus causas, sino situar el fenómeno en el entramado de relaciones que forman la construcción social del barrio.

CONTEXTO = es ese entramado de relaciones significativas que permite explicar un fenómeno sociocultural. Suministrar contexto es un proceso de alumbramiento de relaciones significativas[4] para hacer inteligible los fenómenos culturales.

Suministrar contexto
  • Es ir mostrando las reglas que siguen los agentes de un modo de vida particular.
  • Es también ofrecer la oportunidad de ponerse en el lugar de aquellos que viven de otra forma, extraña; ofreciendo las claves significativas para una mejor comprensión de la realidad investigada.
  • Este proceso de suministrar contexto se ha equiparado a un ejercicio de traducción. Al expresar una cultura extraña, el etnógrafo realiza un ejercicio comparativo y de traslación similar al que realiza el traductor entre lenguajes. El etnógrafo es un mediador entre dos modos de entender la experiencia, y su tarea consiste en presentar el mundo extraño que toma como objeto para hacerlo inteligible a los que leen su etnografía.
  • Una buena etnografía no sólo ha de perseguir expresiones verdaderas, pero simples del tipo: “Puesto que los tiempos laborales no se ajustan a los tiempos escolares, los niños Kwakiutl van mal en la escuela”. El interés del etnógrafo para hacer inteligible el hecho suministrando la trama de relaciones que sostiene ese desajuste a pesar de su aparente irracionalidad.
  • Así pues, contexto define más bien una acción: suministrar contexto. No se trata del contexto como marco o caja que a su vez pueden enmarcarse en otros. Nos figuramos el contexto como una caja donde caben o se producen los fenómenos. [fig. 9a] Por ej, se habla de “contexto social, económico, en el contexto de la aldea global; el aula esta en el contexto de la institución. La idea de contexto se parece más a la [fig. 9b] Por tanto, las relaciones en un cierto contexto no tienen por que ser inclusivas. Si algo es macro o micro se debe averiguar mediante la investigación, pero no se debe partir de conceptos sustancializadores. Así lo que, en determinadas situaciones, sucede en un aula será más inclusivo (más relevante, más notorio, más englobante) que lo que sucede en el barrio o ciudad o Estado.
  • El etnógrafo trata de establecer los distintos niveles de inclusividad, por eso algunos nodos contextuales son más gruesos que otros.
  • Hay que subrayar que los nodos contextuales no constituyen un marco en el que se sitúan los fenómenos sin que guarden relación con ellos, sino que forman parte de esos mismos fenómenos que el etnógrafo trata de comprender.
El conocimiento derivado de la etnografía y su potencial aplicado

La etnografía puede prestar un notable servicio a investigadores interesados en la acción y transformación social.

Aunque la etnografía tiene un claro interés en su aplicabilidad, especialmente en el ámbito escolar. Sin embargo, existen incompatibilidades con relación a determinados modos de entender ese interés:
  1. La etnografía es poco compatible con la ingeniería social en la que predominen planteamientos causales. Es decir, la identificación de tramas culturales no siempre ayuda a comprender esquemas del tipo: “llevado a cabo tal acción, es predecible tal efecto”. La etnografía puede contribuir a la transformación social. Al estudiar la realidad y dependiendo de los intereses a los que sirven, los etnógrafos pueden proponer pautas de transformación. Por ej, Harry insta a las autoridades a tener en cuenta determinados aspectos para mejorar las relaciones con los indios. O John, quién propone mayor conocimiento mutuo de los segmentos étnicos, o replanteamiento de los programas de educación compensatoria.
  2. La etnografía es incompatible con la idea de una intervención social enteramente controlada por “expertos” El conocimiento de la etnografía puede llegar a ser muy especializado, pero su elaboración es una tarea dialógica. El etnógrafo se hace experto gracias al conocimiento que le aportan sus informantes. El ideal dialógico preside todo el proceso etnográfico y es incompatible con la intervención controlada por expertos. Por el contrario, sostiene una concepción constructiva y pública de la cultura que entiende que las transformaciones sociales deben incorporar una participación activa de todos los segmentos sociales que intenten promover el cambio, extendiendo así el horizonte de reciprocidad más allá del proceso de investigación. Un cambio que no sea compartido por los agentes está abocado al fracaso.
  3. La etnografía es poco compatible con la idea de que la escuela es un agente privilegiado de transformación social. Y ello debido a que: a) la escuela es tanto agente de cambio social como de reproducción social. b) la intención holística de la etnografía conduce necesariamente a contemplar la escuela como un contexto parcial.
  4. La etnografía y en especial los trabajos de campo, es poco compatible con la fijación de valores, es decir, entiende que los valores son alternativos y relativos a las situaciones vitales de los sujetos que las encarnan.
Resumiendo:
  • En su dimensión aplicada y crítica la etnografía no encaja fácilmente con el proyecto de una ingeniería social controlada por expertos, ni con la idea de la escuela como agente privilegiado de transformación, ni con la práctica de fijación de valores.
  • En el marco de los actuales desarrollos pedagógicos la etnografía tiende a una comprensión de la escuela como espacio público en el que trabajar una política de la diferencia. También tiene que ver con la producción de aprendizajes relevantes. Ambas intenciones son compatibles con las intenciones epistemológicas de la etnografía y con el ideal dialógico que la preside.
  • En su dimensión crítica y aplicada la Etnografía puede ser útil para contribuir a esclarecer las realidades socioculturales sobre las que intervenir. En tanto que investigación sobre una dimensión concreta de la vida social puede ayudar a conocer mejor las condiciones empíricas de la existencia de las personas e instituciones cuyas prácticas se desee evaluar o dialogar sobre ellas.
  • La etnografía es útil para aportar nuevas lecturas e interpretaciones a los “problemas” predefinidos por procedimientos fonológicos. Por ej, cuestiones como “fracaso”, “absentismo escolar” “déficit de participación en las estructuras políticas”, “falta de relevancia cultural de los curricula escolares” han sido tematizados desde discursos academicistas, pueden cobrar nuevas formulaciones más ajustadas a las realidades concretas, en este sentido pueden contribuir a una reformulación adecuada de los problemas tal y como son vividos por los grupos humanos y no sólo percibidos por observadores externos y distantes, es decir, pueden contribuir a formulaciones negociadas.
  • La etnografía puede ser útil para comunicar a los “expertos” las visiones internas que los agentes sociales tienen de su mundo y sus modos de construirlo en consonancia o no con esas visiones. Esta función de mediación es una de las principales funciones del etnógrafo: facilitar la adaptación de los códigos de los “expertos” a los códigos de los agentes culturales.
  • El potencial transformador de la etnografía se encuentra sobre todo en su propósito de plasmar la diversidad cultural prestando atención a los diversos modos de experiencia, haciéndolos inteligibles. En la medida en que sea comunicada, esta plasmación puede convertirse en una fuente de transformaciones, especialmente en instituciones como la escuela que buscan convertirse en paradigmas universales de comprensión del mundo.
[1] Local [Véase también Trascender el contexto local]. Aquí se afirma que los sistemas culturales son locales. En realidad, esto puede matizarse. Lo que es específicamente local en la vida social es la práctica, es decir, el ejercicio concreto de las acciones sociales situadas. La vida humana se desenvuelve en lugares concretos. Estos lugares pueden estar saturados, para los sujetos, de una historia concreta, biográfica o histórica: la plaza o el mercado de un pueblo, la trayectoria de apartamentos, pisos, casas, calles en las que ha habitado, tras sucesivas mudanzas, un sujeto urbano; el lugar del Parlamento de una nación. Estos lugares están, por decirlo así, saturados de experiencias e imágenes concretas, que conforman nuestra educación sentimental, que despiertan emociones y activan significados. Otros lugares de la modernidad parecen estar desprovistos de estas referencias locales, y estar configurados como lugares de paso o tránsito: los pasillos y salas de espera de los aeropuertos, las zonas de urgencia de un hospital... Estos locales parecen estar configurados como no-lugares, aunque cuando los habitamos con alguna expectativa de permanencia -como en una larga espera areoportuaria- comenzamos a territorializarlos y a hacerlos, de alguna manera, nuestros. Pero la vida humana se desenvuelve también, simultáneamente, en un ejercicio constante de des-localización y re-localización, en la medida en que nuestras representaciones del mundo nunca están ancladas al lugar concreto y al presente de nuestra acción. La vida social es, en este sentido, un ejercicio de memoria, de ligadura de tiempos y de espacios: como cuando los viejos que conversan en la plaza del pueblo hablan de la vida en sus casas, de la vida en el pasado o de la vida en el futuro. La colección de artículos de Clifford Geertz, Local Knowledge [Conocimiento local], Nueva York: Basic books, 1983, es un buen libro para pensar en estos problemas. También lo es el libro de Marc Augé, Los no lugares, espacios del anonimato. Una antropología de la sobremodernidad. Barcelona: Gedisa, 1998.

[2] Ej. Kula, se trata de un ciclo comercial que comprende a un grupo de islas del noroeste de Nueva Guinea. Los nativos cuenta Malinowski no tienen conocimiento del contorno general de ninguna de las estructuras sociales. Ni aún el nativo más inteligente tiene una idea clara sobre el Kula. Si se le preguntase contestaría dando algunos detalles, probablemente refiriendo sus propias experiencias personales y su visión subjetiva del Kula. Ni siquiera una respuesta parcial coherente podría obtenerse porque el panorama global no existe en su mente.

[3] EXPLANANDUM El Explanandum es el conjunto de datos empíricos que nos proponemos explicar, lo que ha de ser explicado, y el Explanans es el conjunto de condiciones empíricas y enunciados teóricos que constituyen la sustancia de la explicación, lo que explica por qué se producen los observables recogidos en el explanandum.
EXPLANANS (ver también Positivismo lógico) La estructura de una explicación científica puede ser descrita en términos lógicos como una relación de implicación del tipo:

explanans -> explanandum.

[4] Los antropólogos usan con mucha frecuencia la noción "significativo", a veces también "relevante", para hablar de métodos y de datos. Estas nociones cubren un amplio espectro de problemas derivados de la toma de conciencia de que los hechos socioculturales revisten una multiplicidad de niveles de significado. Una conducta "significativa", un registro "significativo"... este adjetivo llama la atención sobre la principal condición de validez de nuestros procedimientos, que es la siguiente: todos nuestros observables y nuestras categorías analíticas deben ser relativas a un sujeto; es decir, todos nuestros datos y nuestras categorías teóricas, si sirven para aportar conocimiento, deben estar referidas al mundo de significado y experiencia de algún sujeto social concreto: el investigador en su comunidad científica o el sujeto estudiado en su comunidad social de referencia. El modo concreto en que las categorías teóricas y los datos son significativos en cada caso depende del juego con los puntos de vista que configuran nuestro objeto de estudio, y muy particularmente del juego con las perspectivas Etic y Emic. Afirmar, como afirman Hammersley y Atkinson en la página 198 de su libro, que "A medida que las ideas teóricas se desarrollan y cambian, también cambia lo que es 'significativo' y lo que debe ser incluido en las notas de campo", es afirmar que el proceso de investigación implica una transformación de nuestras categorías analíticas como consecuencia del examen de nuestro material empírico.
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