Definición y desarrollo del Pleistoceno
El período Cuaternario llega hasta los tiempos actuales, si bien se distinguen dentro de él 2 períodos: Pleistoceno y Holoceno. El 1º comprende desde los 1’8 mill. de años hasta el 9000 a. C. aproximadamente. A partir de entonces estamos en el Holoceno. El Pleistoceno se divide a su vez en dif. subperíodos en razón de las características climáticas.
La era cuaternaria comprende en la Hª del planeta los 2 últimos mill. de años. Su clima es “normal”, es decir, aproximadamente con las características generales y regionales actuales interrumpidas por varias etapas de intensificación del frío (glaciaciones). Se ha acordado distribuir en 3 grandes etapas las 5 glaciaciones comúnmente reconocidas:
En la morfología de varios macizos montañosos penín. se han advertido los efectos inmediatos de la acción glaciar o periglaciar. El límite de las nieves perpetuas en la Pen. Ib. habría descendido en el Würm a cotas de 1500 a 1300 m. En el S. Central se han advertido una morrena del Riss y otra del Würm en condiciones de mayores sequía y frío. Las morrenas de retroceso de los glaciares de Picos de Europa, montes de Reinosa y montes de León revelan los efectos de los glaciares del Riss y del Würm. En la sierra de Harana (Granada) está el nivel en el Würm II a menos de 1000 m.
La máxima expansión del glaciarismo en Europa debió producirse hace unos 20 mil años, cubriendo las masas de hielo la mayor parte del continente al N. del paralelo 52.
En el Würm avanzado hay actividad glaciar en los montes de León y de Sanabria, en el S. Central y en el S. Ibérico (Moncayo, Picos de Urbión). Durante el tardiglaciar (Würm IV) es definitivo el ascenso del nivel de las nieves perpetuas en los sucesivos frentes glaciares de Reinosa.
De forma generalizada se ha advertido que a los períodos de glaciación corresponden regresiones (descensos) del nivel de las aguas marinas y a las etapas interglaciares otras tantas transgresiones (avances) del mar con respecto a la línea de la costa.
Un esquema ya tradicional, elaborado por H. Breuil y G. Zbyszewski, estructura los varios pisos de playas y terrazas litorales en las proximidades de Lisboa según las transgresiones y regresiones del cuaternario. En el villafranquiense medio, la fuerte transgresión calabriense (Donau y Donau/Günz) pudo remontar en sitios las cotas de 190 m., la terraza siciliense (Günz/Mindel) la de 100 a 80 m., la playa milazziense (Günz) la de 65 a 40 m., la playa de época de Mindel y la posterior terraza tirreniense (interglaciar Mindel/Riss, a 30-25 m.) fueron ocupadas por las gentes del achelense antiguo y medio. Una fuerte regresión en el Riss y una nueva transgresión en el interglaciar Riss/Würm (la playa grimaldiense se hallaba entonces a 12 m.) cierran el modelo de ref.
En otros frentes marinos cambia la intensidad del fenómeno. La transgresión calabriense sitúa el nivel del Mediterráneo en Provenza a unos 120 m. sobre el actual y la del interglaciar Günz/Mindel a 80 m. Según ha apuntado M. H. Alimen, a lo largo del Riss el proceso de regresión marina y otras circunstancias convergentes de variación eustática hicieron franqueable el istmo de Gibraltar, entre Tánger y Tarifa.
Según un esquema muy simple, en las épocas glaciares se desprenden, trocean y arrastran grandes cantidades de roca de las márgenes de las cuencas fluviales; posteriormente se depositan en terrazas de gravas y arenas. La actividad interglaciar va cavando y modelando esos depósitos precedentes formando escalones y aterrazamientos cuya atribución geocronológica no siempre es fácil. De cualquier modo, las series de terrazas y de pisos en los depósitos laterales de las cuencas fluviales permiten articular un esquema de sucesión, de abajo a arriba, de las etapas de ocupación de las márgenes, por grupos humanos, a lo largo del paleolítico.
La fauna en relación con el clima y los aspectos culturales prehistóricos
Los paleozoólogos distinguen 3 grupos generales de asociaciones de fauna en el cuaternario europeo: en el cuaternario antiguo es de tipo villfranquiense (con Elephas meridionalis y mastodontes); en el cuaternario medio, como de transición, ofrece la adaptación a un clima húmedo y algo fresco (con Elephas antiquus e Hippopotamus maior, Rhinoceros etruscus y, luego, Rhinoceros mercki); por fin, desde el interglaciar Mindel/Riss se extienden las formas animales propiamente cuaternarias. Este lote de vertebrados es el que alcanza nto. tiempo, a través de la drástica selección provocada por las glaciaciones de Riss y de Würm a cuya conclusión se produce la extinción o migración (de la Pen. Ib. hacia el N.) de muchas de las especies mejor adaptadas al frío.
En acumulaciones de fauna del SE y S de España del interglaciar Günz/Mindel, están presentes especies propias de climas muy húmedos (casi de paisajes encharcados) y cálidos (como Elephas meridionalis, Rhinoceros etruscus, Equus stenonis, Hippopotamus antiquus; y diversos micromamíferos: Rhinolophus euryle y mehelyi, Eliomys quercinus, etc.) perdurando varios de los representantes arcaicos de tipo villafranquiense (Ursus etruscus, Allophaiomys pliocaenicus, etc.)
La fauna propia del interglaciar Mindel/Riss en los yacimientos de la Meseta responde al paisaje de transición, de circunstancias templadas y húmedas en que se combinan zonas arboladas con praderas: elefante de piel desnuda, rinoceronte, hipopótamo, ciervo, gamo, grandes bovinos y équidos. En la glaciación de Riss, los yacimientos de graveras de Madrid dan animales de situación no demasiado fría: elefante, uro, rinoceronte de narices tabicadas y ciervo. Las alternancias de las 2 variedades de rinoceronte (de narices tabicadas y lanudo) y de los 2 proboscídeos (de piel desnuda o de bosque y mamut) marcan la secuencia de situaciones cálidas o templadas con bosque y de frío en el interglaciar Riss/Würm y los interestadios del Würm (I/II, II/III) y en las oscilaciones Würm I y Würm II, respectivamente.
En los períodos + rigurosos de las glaciaciones se transforma la cubierta vegetal, disminuyendo el arbolado a costa de la extensión de la tundra, la estepa o la pradera, según latitudes y circunstancias regionales.
Los yacimientos cantábricos del paleo. sup. (Würm III y IV) contiene fauna propia de clima muy frío en ocasiones. En el Würm III hay en Lezetxiki, entre otros, restos de glotón y de rinoceronte lanudo; conchas de Ciprina islandica aparecen en la cueva del Castillo. El arte parietal o mueble del tardiglaciar recoge la imagen de algunos de esos animales de tundra.
El desarrollo de la vegetación
En el Pleistoceno medio se producen las formas culturales del paleo. inf., con sus complejos de bifaces que sustituyen paulatinamente a los de cantos tallados. La glaciación de Mindel es una etapa prolongada de clima semiárido y fresco: no muy frío al principio y con fases bastante rigurosas y secas al final. En el interglaciar Mindel/Riss se desarrollan en Europa meridional diversas especies arbóreas de hoja caduca y plantas termófilas. La glaciación de Riss se produce entre los 200.000-135.000/125.000. En el pleistoceno sup. se da la transición del paleo. inf. al medio (Riss/Würm), el paleo. medio y el paleo. sup. (a lo largo del Würm). El interglaciar Riss/Würm es etapa calurosa: en la cornisa cantábrica se caracteriza por las formaciones de bosque y por especies como el rinoceronte de narices tabicadas y el ciervo. La glaciación de Würm se subdivide en el SO de Europa en 4 etapas agrupadas en 2 bloques: antiguo (Würm I y II), correlativo a la cultura del paleo. medio, y reciente (III y IV), en el paleo. sup.
La oscilación Würm I y el interestadio Würm I/II presentan, respectivamente, un clima frío y húmedo y una situación atemperada con bosques de caducifolios. El Würm II parece ser en toda la Pen. De frío acentuado: están presentes el mamut y el rinoceronte lanudo, es baja la proporción de arbolado y se ha extendido un paisaje estépico por muchos lugares. El análisis de micromamíferos revela condiciones de frío extremado.
El interestadio Würm II/III parece ser muy húmedo y atemperado, o húmedo y cálido. No controlado aún en suficientes yacimientos, en Cantabria muestra la reinstalación del bosque templado, con abundancia de ciervo y rinoceronte de narices tabicadas. Del interestadio Würm II/III son formas culturales de la transición paleo. medio/paleo. sup. (final del musteriense y chatelperroniense). En las oscilaciones Würm III y IV se suceden las culturas del paleo. sup.: auriñaciense, gravetiense, solutrense y magdaleniense. Würm III es de carácter estépico: la baja proporción de especies arbóreas, los restos de algunas especies animales y las alteraciones de los depósitos en cueva evidencian un clima muy frío.
En los últimos 20 años se está reuniendo bastante información para determinar las oscilaciones del Würm IV, o tardiglaciar, en la cornisa cantábrica, con 3 pulsaciones frías (Dryas I, II y III) entre las que se intercalan 2 oscilaciones muy templadas (Bölling y Alleröd). Dryas I y II ofrecen un paisaje relativamente estépico y de media humedad (o de estepa-parque) con proporción discreta de arbolado. En la oscilación Alleröd se produce la transición cultural del magdaleniense terminal al aziliense: se acelera la transgresión marina, aumentan mucho las temperaturas y la humedad ambiente, y se expanden algunos bosques claros de especies de hoja caediza (tilo, roble, haya, aliso).
En el holoceno, o posglaciar, se suceden las fases climáticas del Preboreal y del Boreal, en las que se desarrollan las culturas del epipaleo. y mesolítico. Durante la fase climática siguiente se extienden las novedades del neolítico, con un clima algo fresco y de mayor pluviosidad. En la fase Subboreal el clima es ya muy parecido al presente; entonces, con las culturas del calcolítico y del desarrollo de la E. del Bronce, se asientan en todo nto. territorio las formas de vida campesina, pastoril y agrícola.
Tal cuadro climatológico queda matizado por circunstancias regionales y locales. En la Pen. Ib., la influencia de los mares atenuaron los contrastes térmicos que en otros sitios de Europa acentuaban las sucesiones de pulsaciones y glaciaciones. En zonas de especial pluviosidad se habría producido un sistemático vaciado (por la erosión de las corrientes de agua) de la mayoría de las cuevas y abrigos ocupados por los prehistóricos: con la consiguiente pérdida, para la arqueología, de los depósitos allí producidos en el Pleistoceno.
El período Cuaternario llega hasta los tiempos actuales, si bien se distinguen dentro de él 2 períodos: Pleistoceno y Holoceno. El 1º comprende desde los 1’8 mill. de años hasta el 9000 a. C. aproximadamente. A partir de entonces estamos en el Holoceno. El Pleistoceno se divide a su vez en dif. subperíodos en razón de las características climáticas.
La era cuaternaria comprende en la Hª del planeta los 2 últimos mill. de años. Su clima es “normal”, es decir, aproximadamente con las características generales y regionales actuales interrumpidas por varias etapas de intensificación del frío (glaciaciones). Se ha acordado distribuir en 3 grandes etapas las 5 glaciaciones comúnmente reconocidas:
- El cuaternario antiguo o pleistoceno inf., en el villafranquiense medio y sup: comprende la glacia. de Donau (c. 2’1 a 1’7 mill. años), el interglaciar Donau-Günz y la glaciación de Günz (1’2 a 0’7 mill. años).
- El cuaternario o pleistoceno medio, que se inicia con el comienzo del interglaciar Günz-Mindel (o cromeriense) (700000 a 650000 años antes del presente) y abarca las glaciaciones de Mindel y de Riss con su interglaciar.
- El cuaternario reciente (pleistoceno sup. + holoceno), iniciado hace unos 125 mil años: se desarrolla en el interglaciar Riss-Würm, en la glaciación de Würm y en el posglaciar (holoceno) en el que ahora nos encontramos.
En la morfología de varios macizos montañosos penín. se han advertido los efectos inmediatos de la acción glaciar o periglaciar. El límite de las nieves perpetuas en la Pen. Ib. habría descendido en el Würm a cotas de 1500 a 1300 m. En el S. Central se han advertido una morrena del Riss y otra del Würm en condiciones de mayores sequía y frío. Las morrenas de retroceso de los glaciares de Picos de Europa, montes de Reinosa y montes de León revelan los efectos de los glaciares del Riss y del Würm. En la sierra de Harana (Granada) está el nivel en el Würm II a menos de 1000 m.
La máxima expansión del glaciarismo en Europa debió producirse hace unos 20 mil años, cubriendo las masas de hielo la mayor parte del continente al N. del paralelo 52.
En el Würm avanzado hay actividad glaciar en los montes de León y de Sanabria, en el S. Central y en el S. Ibérico (Moncayo, Picos de Urbión). Durante el tardiglaciar (Würm IV) es definitivo el ascenso del nivel de las nieves perpetuas en los sucesivos frentes glaciares de Reinosa.
De forma generalizada se ha advertido que a los períodos de glaciación corresponden regresiones (descensos) del nivel de las aguas marinas y a las etapas interglaciares otras tantas transgresiones (avances) del mar con respecto a la línea de la costa.
Un esquema ya tradicional, elaborado por H. Breuil y G. Zbyszewski, estructura los varios pisos de playas y terrazas litorales en las proximidades de Lisboa según las transgresiones y regresiones del cuaternario. En el villafranquiense medio, la fuerte transgresión calabriense (Donau y Donau/Günz) pudo remontar en sitios las cotas de 190 m., la terraza siciliense (Günz/Mindel) la de 100 a 80 m., la playa milazziense (Günz) la de 65 a 40 m., la playa de época de Mindel y la posterior terraza tirreniense (interglaciar Mindel/Riss, a 30-25 m.) fueron ocupadas por las gentes del achelense antiguo y medio. Una fuerte regresión en el Riss y una nueva transgresión en el interglaciar Riss/Würm (la playa grimaldiense se hallaba entonces a 12 m.) cierran el modelo de ref.
En otros frentes marinos cambia la intensidad del fenómeno. La transgresión calabriense sitúa el nivel del Mediterráneo en Provenza a unos 120 m. sobre el actual y la del interglaciar Günz/Mindel a 80 m. Según ha apuntado M. H. Alimen, a lo largo del Riss el proceso de regresión marina y otras circunstancias convergentes de variación eustática hicieron franqueable el istmo de Gibraltar, entre Tánger y Tarifa.
Según un esquema muy simple, en las épocas glaciares se desprenden, trocean y arrastran grandes cantidades de roca de las márgenes de las cuencas fluviales; posteriormente se depositan en terrazas de gravas y arenas. La actividad interglaciar va cavando y modelando esos depósitos precedentes formando escalones y aterrazamientos cuya atribución geocronológica no siempre es fácil. De cualquier modo, las series de terrazas y de pisos en los depósitos laterales de las cuencas fluviales permiten articular un esquema de sucesión, de abajo a arriba, de las etapas de ocupación de las márgenes, por grupos humanos, a lo largo del paleolítico.
La fauna en relación con el clima y los aspectos culturales prehistóricos
Los paleozoólogos distinguen 3 grupos generales de asociaciones de fauna en el cuaternario europeo: en el cuaternario antiguo es de tipo villfranquiense (con Elephas meridionalis y mastodontes); en el cuaternario medio, como de transición, ofrece la adaptación a un clima húmedo y algo fresco (con Elephas antiquus e Hippopotamus maior, Rhinoceros etruscus y, luego, Rhinoceros mercki); por fin, desde el interglaciar Mindel/Riss se extienden las formas animales propiamente cuaternarias. Este lote de vertebrados es el que alcanza nto. tiempo, a través de la drástica selección provocada por las glaciaciones de Riss y de Würm a cuya conclusión se produce la extinción o migración (de la Pen. Ib. hacia el N.) de muchas de las especies mejor adaptadas al frío.
En acumulaciones de fauna del SE y S de España del interglaciar Günz/Mindel, están presentes especies propias de climas muy húmedos (casi de paisajes encharcados) y cálidos (como Elephas meridionalis, Rhinoceros etruscus, Equus stenonis, Hippopotamus antiquus; y diversos micromamíferos: Rhinolophus euryle y mehelyi, Eliomys quercinus, etc.) perdurando varios de los representantes arcaicos de tipo villafranquiense (Ursus etruscus, Allophaiomys pliocaenicus, etc.)
La fauna propia del interglaciar Mindel/Riss en los yacimientos de la Meseta responde al paisaje de transición, de circunstancias templadas y húmedas en que se combinan zonas arboladas con praderas: elefante de piel desnuda, rinoceronte, hipopótamo, ciervo, gamo, grandes bovinos y équidos. En la glaciación de Riss, los yacimientos de graveras de Madrid dan animales de situación no demasiado fría: elefante, uro, rinoceronte de narices tabicadas y ciervo. Las alternancias de las 2 variedades de rinoceronte (de narices tabicadas y lanudo) y de los 2 proboscídeos (de piel desnuda o de bosque y mamut) marcan la secuencia de situaciones cálidas o templadas con bosque y de frío en el interglaciar Riss/Würm y los interestadios del Würm (I/II, II/III) y en las oscilaciones Würm I y Würm II, respectivamente.
En los períodos + rigurosos de las glaciaciones se transforma la cubierta vegetal, disminuyendo el arbolado a costa de la extensión de la tundra, la estepa o la pradera, según latitudes y circunstancias regionales.
Los yacimientos cantábricos del paleo. sup. (Würm III y IV) contiene fauna propia de clima muy frío en ocasiones. En el Würm III hay en Lezetxiki, entre otros, restos de glotón y de rinoceronte lanudo; conchas de Ciprina islandica aparecen en la cueva del Castillo. El arte parietal o mueble del tardiglaciar recoge la imagen de algunos de esos animales de tundra.
El desarrollo de la vegetación
En el Pleistoceno medio se producen las formas culturales del paleo. inf., con sus complejos de bifaces que sustituyen paulatinamente a los de cantos tallados. La glaciación de Mindel es una etapa prolongada de clima semiárido y fresco: no muy frío al principio y con fases bastante rigurosas y secas al final. En el interglaciar Mindel/Riss se desarrollan en Europa meridional diversas especies arbóreas de hoja caduca y plantas termófilas. La glaciación de Riss se produce entre los 200.000-135.000/125.000. En el pleistoceno sup. se da la transición del paleo. inf. al medio (Riss/Würm), el paleo. medio y el paleo. sup. (a lo largo del Würm). El interglaciar Riss/Würm es etapa calurosa: en la cornisa cantábrica se caracteriza por las formaciones de bosque y por especies como el rinoceronte de narices tabicadas y el ciervo. La glaciación de Würm se subdivide en el SO de Europa en 4 etapas agrupadas en 2 bloques: antiguo (Würm I y II), correlativo a la cultura del paleo. medio, y reciente (III y IV), en el paleo. sup.
La oscilación Würm I y el interestadio Würm I/II presentan, respectivamente, un clima frío y húmedo y una situación atemperada con bosques de caducifolios. El Würm II parece ser en toda la Pen. De frío acentuado: están presentes el mamut y el rinoceronte lanudo, es baja la proporción de arbolado y se ha extendido un paisaje estépico por muchos lugares. El análisis de micromamíferos revela condiciones de frío extremado.
El interestadio Würm II/III parece ser muy húmedo y atemperado, o húmedo y cálido. No controlado aún en suficientes yacimientos, en Cantabria muestra la reinstalación del bosque templado, con abundancia de ciervo y rinoceronte de narices tabicadas. Del interestadio Würm II/III son formas culturales de la transición paleo. medio/paleo. sup. (final del musteriense y chatelperroniense). En las oscilaciones Würm III y IV se suceden las culturas del paleo. sup.: auriñaciense, gravetiense, solutrense y magdaleniense. Würm III es de carácter estépico: la baja proporción de especies arbóreas, los restos de algunas especies animales y las alteraciones de los depósitos en cueva evidencian un clima muy frío.
En los últimos 20 años se está reuniendo bastante información para determinar las oscilaciones del Würm IV, o tardiglaciar, en la cornisa cantábrica, con 3 pulsaciones frías (Dryas I, II y III) entre las que se intercalan 2 oscilaciones muy templadas (Bölling y Alleröd). Dryas I y II ofrecen un paisaje relativamente estépico y de media humedad (o de estepa-parque) con proporción discreta de arbolado. En la oscilación Alleröd se produce la transición cultural del magdaleniense terminal al aziliense: se acelera la transgresión marina, aumentan mucho las temperaturas y la humedad ambiente, y se expanden algunos bosques claros de especies de hoja caediza (tilo, roble, haya, aliso).
En el holoceno, o posglaciar, se suceden las fases climáticas del Preboreal y del Boreal, en las que se desarrollan las culturas del epipaleo. y mesolítico. Durante la fase climática siguiente se extienden las novedades del neolítico, con un clima algo fresco y de mayor pluviosidad. En la fase Subboreal el clima es ya muy parecido al presente; entonces, con las culturas del calcolítico y del desarrollo de la E. del Bronce, se asientan en todo nto. territorio las formas de vida campesina, pastoril y agrícola.
Tal cuadro climatológico queda matizado por circunstancias regionales y locales. En la Pen. Ib., la influencia de los mares atenuaron los contrastes térmicos que en otros sitios de Europa acentuaban las sucesiones de pulsaciones y glaciaciones. En zonas de especial pluviosidad se habría producido un sistemático vaciado (por la erosión de las corrientes de agua) de la mayoría de las cuevas y abrigos ocupados por los prehistóricos: con la consiguiente pérdida, para la arqueología, de los depósitos allí producidos en el Pleistoceno.
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