INTRODUCCIÓN: Hacia un planeta urbano
El interés por el estudio de la ciudad dentro de la geografía humana se plantea en el contexto de una sociedad que avanza en un mundo de ciudades. En el año 2000 bastante más de la mitad de la humanidad vivirá en ellas y las mayores aglomeraciones se encontrarán en el Tercer Mundo; inmerso en una etapa de expansión urbana paralela a su explosión demográfica. El crecimiento de la mancha urbana y los flujos que se generan entre las grandes aglomeraciones originan una red de ciudades de dimensiones planetarias, que aboca a una ecumenopolis. Todo ello es favorecido por la mundialización de la economía y las constantes innovaciones tecnológicas que acortan tiempos y distancias de tal forma que es más fácil la comunicación entre las grandes metrópolis del mundo que entre ellas y ciudades más próximas de rango inferior dentro de su propia jerarquía urbana.
LA CIUDAD SE DEFINE POR UNAS FUNCIONES Y UNOS MODOS DE VIDA
El primer problema que es necesario abordar es el de la definición de la ciudad sobre todo a partir de la revolución industrial. Antes del s.XIX la ciudad aparecía como un espacio netamente diferenciado del campo por una ocupación intensiva del territorio dentro de una muralla, definido por un status jurídico y caracterizado por un estamento social, la burguesía. Era la ciudad preindustrial. Hoy sin embargo esos límites no existen. Las ciudades se configuran como espacios abiertos, como aglomeraciones donde la urbanización invade el medio rural, produciéndose constantes intercambios entre la ciudad y el campo, de tal forma que tienden a borrarse las diferencias entre los modos de vida.
La ciudad de Toledo puede considerarse un ejemplo ideal por su valor didáctico y su significado histórico, como centro político y religioso durante siglos. Por eso nos sirve de laboratorio para estudiar la ciudad como espacio heredado, como espacio objetivo y como espacio percibido.
ENTORNO GEOGRÁFICO
La mayoría de las ciudades históricas como Atenas, Roma o Toledo constituyen espacios de funciones múltiples, a menudo heredadas del pasado, por su importancia y significado anterior.
La ciudad es una herencia del pasado que se manifiesta materialmente a través del emplazamiento, situación y elementos que integran su morfología o paisaje, es decir, el plano, la construcción y los usos del suelo. Toledo es un ejemplo perfecto de espacio heredado por la permanencia en el tiempo de su plano medieval y construcción de influencia islámica.
EL EMPLAZAMIENTO
El emplazamiento es el espacio concreto y físico sobre el que la ciudad se asienta. Es la topografía que condiciona su paisaje urbano y su desarrollo espacial. La elección del lugar de emplazamiento depende de la función que originó la ciudad, bien sea defensiva, comercial o de cualquier otro tipo, y de las características del medio físico. De este modo los emplazamientos preferidos son colinas, vados, estuarios, islas fluviales, confluencias de ríos y relieves costeros.
Toledo se haya emplazado sobre un fragmento individualizado del zócalo cristalino de los Montes de Toledo, por el torno epigénico del Tajo. Se trata de un emplazamiento privilegiado para las necesidades defensivas que dieron origen a la primitiva ciudad celtíbera, después de un poblamiento prehistórico sobre el inmediato cerro del "Buf..." y que fueron importantes durante la época romana y la Edad Media.
Al igual que ocurre en otras ciudades históricas, el crecimiento reciente hace que el emplazamiento defensivo sea insuficiente para cubrir las necesidades de mayor espacio urbano y albergar una población cada vez más numerosa. La ciudad moderna desborda las murallas y se extiende hacia el Este y el Oeste por la vega del Tajo y hacia el Norte por la carretera de Madrid.
LA SITUACIÓN
La situación es el entorno geográfico más amplio en el que la ciudad se enmarca y con relación al cual se organiza. Hace referencia a las condiciones generales del espacio que rodea a la ciudad, como ríos, montañas, naturaleza del suelo y sobre todo vías de comunicación y elementos de producción que permiten la realización de las funciones urbanas.
La situación de Toledo se define con relación a una zona de contacto entre economías y paisajes diferenciados, el valle del Tajo y los Montes de Toledo y al cruce de dos ejes naturales de comunicaciones. Un eje Este-Oeste constituido por el Tajo, aprovechado en la antigüedad para el trazado de la calzada romana de Zaragoza a Mérida y posteriormente por los flujos de tráfico modernos. Otro eje Norte-Sur formado por las vías que atraviesan el Sistema Central para dirigirse por los Montes de Toledo a La Mancha y Andalucía.
MORFOLOGÍA URBANA
El paisaje urbano o morfología de la ciudad es el resultado de la combinación del plano, la construcción y los usos del suelo, sometidos todos ellos a un constante cambio en función de la evolución económica y social. Precisamente esa movilidad hace que el paisaje urbano no sea algo definitivo, sino que continuamente se esté haciendo y deshaciendo.
EL PLANO
De todos los elementos señalados, el plano es el más conservador. Debido a la pugna de intereses entre los poderes públicos, responsables de la organización de la ciudad y los particulares, propietarios del suelo; así frente a la regularidad de las plazas mayores castellanas, la irregularidad de la plaza de Zocodover se explica por la oposición de los propietarios de los antiguos edificios al producto de remodelación renacentista de Herrera del s.XVI.
El plano es el resultado de la combinación a través del tiempo de superficies libres, calles, parques o plazas y de superficies construidas. En él aparece lo que se denomina líneas de fijación y cinturones de expansión.
LÍNEAS DE FIJACIÓN Y CINTURONES DE EXPANSIÓN
Las líneas de fijación están constituidas por aspectos físicos como ríos, montañas; aspectos humanos como murallas, instalaciones militares, ferroviarias, aeropuertos; o invisibles en el territorio como la estructura de la propiedad o determinadas calificaciones del suelo como puede ser la de zona de protección de paisaje en el caso de ciudades declaradas conjunto histórico-artístico. Las líneas de fijación son elementos estructurales del plano que actúan como obstáculos o barreras al crecimiento de la ciudad. Con el tiempo ceden ante la presión constructora dando origen a áreas o cinturones de expansión.
MODELO ESPONTÁNEO Y MODELO PLANIFICADO
El plano de una ciudad es un legado del pasado histórico y por lo tanto un añadido de piezas yuxtapuestas vinculadas a concepciones y modelos urbanos dominantes en diferentes épocas. El plano del casco histórico de Toledo responde al modelo propio de ciudad islámica, irregular y de naturaleza espontanea, calles y espacios públicos obedecen al predominio de los intereses de los particulares frente al carácter regular y a la reglamentación dominante en la ciudad medieval cristiana, sobre todo en las de tipo de bastida como Vitoria.
Características de la ciudad islámica que perduran en la morfología urbana son los espacios compartimentados que se diferenciaban funcional y socialmente con sus propias murallas y puertas, como los arrabales de la Antequeruela y la Granja, al norte con la puerta de Alfonso VI, la Almudena o Ciudadela al Este de la plaza de Zocodover, la Almedina o resto de la ciudad donde se reconoce la judería principal, con las sinagogas de Sta María la Blanca y el Tránsito. Además calles estrechas y tortuosas, alardes o callejones sin salida que se cerraban con una puerta por la noche, corrales o plazas semipúblicas de las que el corral de Don Diego es un buen ejemplo y cobertizos o calles cubiertas por casas.
Por otro lado la ciudad moderna responde al modelo de ciudad orgánica o funcional, con sistema viario jerarquizado que recoge la carta de Atenas. Predomina el plano regular y los barrios de crecimiento planificado como en el caso de los bloques de Sta Teresa, Palomarejos y el polígono industrial. Existen también ejemplos de plano irregular en los barrios de crecimiento espontáneo.
LA CONSTRUCCIÓN
La construcción es otro elemento de la morfología urbana se define por el entramado, la tipología y el volumen de la edificación.
ENTRAMADO CERRADO Y ABIERTO
El entramado es la forma en que se agrupan y ordenan los edificios dentro de la ciudad. Según la intensidad en la ocupación del espacio se habla de entramado cerrado o abierto.
En el cerrado las construcciones se disponen de forma compacta en un aprovechamiento intensivo del suelo, es la ordenación típica de las ciudades medievales limitado su territorio por la muralla como Toledo o Vitoria, y de los ensanches españoles del s.XIX como el de Barcelona con edificación en manzana cerrada entorno a un patio central que las recientes corrientes del urbanismo incorporan como puede apreciarse en el barrio de las Malvinas en Toledo.
En el entramado abierto los edificios se disponen de forma aislada o adosada dejando espacios libres intermedios, corresponde a zona residenciales del tipo ciudad-jardín, modernas urbanizaciones de viviendas unifamiliares y bloques y torres multifamiliares.
Las áreas residenciales de tipo ciudad-jardín responden a la influencia higienicista del siglo pasado sobre todo a través del inglés Owar y del español Arturo Soria y Mata, autor del proyecto de Ciudad Lineal de Madrid. Estas ideas fueron divulgadas en nuestro país por las leyes de casas baratas de 1908, 1911 y 1921 que propiciaron la construcción de alojamientos unifamiliares para obreros y clases medias, colonias como la de Prosperidad en Madrid o el poblado obrero de la fábrica de armas de Toledo son algunos ejemplos. Las urbanizaciones de viviendas unifamiliares con pequeño jardín que proliferan hoy, sugidas en las zonas periurbanas de nuestras ciudades recogen la herencia anterior.
Los edificios de viviendas multifamiliares que se disponen en bloques aislados o torres de numerosos pisos dejando espacios libres para equipamientos colectivos, jardines y aparcamientos constituyen lo que los anglosajones denominan openn-claning. Su origen se encuentra en el funcionalismo que surge en Europa tras la 1GM entorno a Gropio fundador en 1919 de la Bauhause. Esta teoría fue propagada por Le Corbusier, máximo defensor de la concentración de las viviendas en edificios de gran altura y divulgada tras la publicación de la Carta de Atenas en 1943.
TIPOLOGÍA: EDIFICACIÓN TRADICIONAL Y EDIFICACIÓN MODERNA
La tipología de la construcción refleja también la historia de la ciudad. Así se distingue una edificación tradicional frente a la edificación moderna.
En Toledo la construcción tradicional del casco histórico responde a la influencia de la casa islámica, mampostería y ladrillo, con patio central, cerrada al exterior conforme a la herencia greco-romana y al interiorismo de la estética musulmana. Posteriormente se adaptó a las necesidades y estética del mundo cristiano. Aparecen las fachadas monumentales con portadas de piedra y escudos, galería abierta en el piso superior y balcones de miradores que suponen la traducción o versión cristiana de los ajinetes y celosías cristianas.
La construcción moderna dentro del casco antiguo está representada por algunos edificios neomudejar, modernista, eclectica y otros que enlazan con la construcción tradicional o supuestamente castiza. Por el contrario en los nuevos barrios de extramuros existe una tipología variada como en cualquier ciudad, viviendas unifamiliares que adquieren extraordinario desarrollo en las periferias urbana por la generalización de los comportamientos ruurbanos y del automóvil como medio de transporte individual.
VOLUMEN DE EDIFICACIÓN
Edificación en altura constituida por manzanas y bloques laminares o de doble crujía sin patios interiores y viviendas a dos fachadas, bloques cerrados o de triple crujía con pequeños patios o huecos interiores que separan las viviendas que hay en cada fachada y torres. Edificación en precario presentada por caso de infravivienda y construcciones degradadas y formas de chabolismo vinculadas a las grandes aglomeraciones como Madrid.
USOS DEL SUELO: FUERZAS CENTRÍFUGAS Y FUERZAS CENTRÍPETAS
El tercer elemento integrante de la morfología urbana son los usos del suelo, expresan las diferentes utilizaciones del espacio en relación con las necesidades y actividades de la población son el elemento más dinámico del paisaje de la ciudad por las transformaciones que experimentan las actividades establecidas y la sustitución de unas por otras. Esos cambios se deben a la existencia de fuerzas centrífugas y centrípetas que actúan siempre.
Las fuerzas centrífugas impulsan a las industrias, grandes superficies comerciales, clases altas a desplazarse a localizaciones periféricas. Es un movimiento también favorecido por el modelo urbano de ciudad zonificada, orgánica y funcional impuesto por el planeamiento oficial en todo el mundo.
Las fuerzas centrípetas por el contrario atraen al centro población joven deseosa de libertad, al comercio de calidad y servicios especializados que buscan los beneficios de la centralidad.
LOS CASCOS HISTÓRICOS, PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA CIUDAD HEREDADA
A pesar del carácter cambiante de los usos del suelo algunos tienden a permanecer en sus localizaciones tradicionales por el peso de la historia y el valor simbólico y representativo que esos espacios adquieren a través del tiempo. En Toledo la función politico-administrativa ha pervivido durante siglos en lo que fue la ciudad oficial al este de Zocodover. Allí estuvo el ofitium-palatinum romano, el palacio visigodo y musulmán. En aquel recinto se construye en el s.XVI el actual alcázar hoy utilizado como gobierno militar y convertido en uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
Los usos religiosos son otro ejemplo de herencia funcional. La catedral se levanta donde antes estuvo la mezquita mayor y anteriormente una importante iglesia visigoda. La Torre de Santiago del Arrabal aprovecha un antiguo minarete. El borde norte del casco antiguo permanece desde el s.XVI como zona eminentemente conventual a pesar de la aparición de usos institucionales sobre espacios afectados por la desamortización.
ESPACIO CONFLICTO
Las áreas centrales de las viejas ciudades comprendían la problemática de la herencia histórica y constituyen en todas partes espacios conflicto. El vaciamiento demográfico conduce al envejecimiento progresivo de sus habitantes y a la degradación social de ciertos sectores con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. Desde 1950 el casco histórico de Toledo ha perdido más de la mitad de su población.
POLÍTICAS DE REVITALIZACIÓN: RENOVACIÓN URBANA Y REHABILITACIÓN
El deterioro material paulatino de sus edificios favorece la ruina y acelera los procesos de invasión, sucesión, funcional y social. La función residencial tiende a ser reemplazada por funciones terciarias y de utilización más intensiva del suelo. Los problemas de polución y congestión del tráfico originados por la inadecuación de la estructura viaria son cada vez más graves. Todo ello junto a su valor simbólico convivencial y educativo tiende a plantear en el mundo entero políticas de revitalización de los cascos históricos. Así se emprenden actuaciones de renovación y rehabilitación que responden a intereses, ideologías y estrategias contrapuestas.
La política de renovación supone la destrucción de la trama urbana antigua y su sustitución por otra nueva lo que origina un cambio morfológico, funcional, estructural y social con aumento de volúmenes, es una modificación del paisaje urbano como el del antiguo barrio madrileño de Pozas. En Toledo los principales procesos de renovación afectan a los espacios próximos al centro y de mayor calidad ambiental y paisajística como la Judería, responden a la ideología del máximo aprovechamiento económico.
En la política de rehabilitación prevalece la idea de conservación y mantenimiento sobre la derribo para nuevas construcciones tiene como objetivo la protección del patrimonio edificado con la recuperación de viejos edificios. Así sucede en la manzana de Cascorro y en las corralas madrileñas, es también un urbanismo alternativo que pretende mantener la mezcla social y funcional del centro y evitar el desplazamiento de su población.
LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO URBANO
La ciudad es un espacio físico y social en continuo cambio que se construye por influencia de las funciones predominantes a lo largo del tiempo y por la acción combinada de diversos agentes sociales con intereses contrapuestos.
EL PODER POLÍTICO
El poder político orienta la expansión de la ciudad a través de la legislación y la planificación, crea infraestructuras y equipamientos, construye viviendas sociales, genera usos propios del suelo y arbitra los conflictos entre los agentes productores de la ciudad.
LOS GRANDES PROPIETARIOS DEL SUELO
Los grandes propietarios del suelo dirigen el crecimiento del espacio urbano hacia sus posesiones para beneficiarse de la plusvalía que genera la transformación del suelo rural en urbano. Para ello se valen de parcelaciones legales a través de los mecanismos previstos por la legislación y a veces de parcelaciones ilegales en la periferia, en una política de hechos consumados.
LOS PEQUEÑOS PROPIETARIOS DEL SUELO
Los pequeños propietarios buscan la máxima plusvalía dentro del casco urbano o en sus inmediaciones a través del aumento de la densidad de construcción, del incremento de altura y volúmenes de edificación, del trazado de nuevas alineaciones y mediante operaciones urbanas de renovación interior. Por ello se oponen a medidas conservacionistas del patrimonio arquitectónico.
PROPIETARIOS DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN
Promotores e inmobiliarias construyen bloques de viviendas y equipamientos colectivos a menudo lejos del centro urbano, su estrategia se orienta a la obtención de ayudas estatales para la construcción, a conseguir la máxima edificabilidad y a crear suelo urbano. Los propietarios de los medios de producción crean zonas industriales, grandes superficies comerciales y compiten por la utilización del centro de actividad o CBD.
LOS CIUDADANOS
Los ciudadanos actúan a través de movimientos sociales para conseguir mejoras urbanas, defienden elementos singulares de la ciudad por su valor histórico, ecológico o funcional y participan en la organización de la vida local.
CONCLUSIÓN
La ciudad resume la herencia del pasado y la acción de agentes sociales que intervienen en su producción y organización.
La ciudad resume la herencia del pasado que deja su huella en la morfología urbana y pone de manifiesto la acción de los agentes sociales que intervienen en su construcción física y mental.
El interés por el estudio de la ciudad dentro de la geografía humana se plantea en el contexto de una sociedad que avanza en un mundo de ciudades. En el año 2000 bastante más de la mitad de la humanidad vivirá en ellas y las mayores aglomeraciones se encontrarán en el Tercer Mundo; inmerso en una etapa de expansión urbana paralela a su explosión demográfica. El crecimiento de la mancha urbana y los flujos que se generan entre las grandes aglomeraciones originan una red de ciudades de dimensiones planetarias, que aboca a una ecumenopolis. Todo ello es favorecido por la mundialización de la economía y las constantes innovaciones tecnológicas que acortan tiempos y distancias de tal forma que es más fácil la comunicación entre las grandes metrópolis del mundo que entre ellas y ciudades más próximas de rango inferior dentro de su propia jerarquía urbana.
LA CIUDAD SE DEFINE POR UNAS FUNCIONES Y UNOS MODOS DE VIDA
El primer problema que es necesario abordar es el de la definición de la ciudad sobre todo a partir de la revolución industrial. Antes del s.XIX la ciudad aparecía como un espacio netamente diferenciado del campo por una ocupación intensiva del territorio dentro de una muralla, definido por un status jurídico y caracterizado por un estamento social, la burguesía. Era la ciudad preindustrial. Hoy sin embargo esos límites no existen. Las ciudades se configuran como espacios abiertos, como aglomeraciones donde la urbanización invade el medio rural, produciéndose constantes intercambios entre la ciudad y el campo, de tal forma que tienden a borrarse las diferencias entre los modos de vida.
- CRITERIOS CUANTITATIVOS: Una primera definición de la ciudad se basa en criterios cuantitativos y decide el carácter urbano según el número de habitantes.
- CRITERIOS CUALITATIVOS: Otras definiciones se apoyan en criterios cualitativos, es decir en estilos de vida, comportamientos sociales o actividades productivas.
- FUNCIONES SECUNDARIAS Y TERCIARIAS: En la actualidad la ciudad se define por un conjunto de variables, como son el predominio de funciones secundarias y terciarias, la agrupación continua e importante de población, la concentración del hábitat en una superficie limitada, la carestía del suelo, el poder de mando y dirección sobre su entorno y la convergencia de flujos y transportes y comunicaciones. Todo ello se materializa en unas formas de paisajes que constituyen lo que se denomina morfología urbana.
La ciudad de Toledo puede considerarse un ejemplo ideal por su valor didáctico y su significado histórico, como centro político y religioso durante siglos. Por eso nos sirve de laboratorio para estudiar la ciudad como espacio heredado, como espacio objetivo y como espacio percibido.
ENTORNO GEOGRÁFICO
La mayoría de las ciudades históricas como Atenas, Roma o Toledo constituyen espacios de funciones múltiples, a menudo heredadas del pasado, por su importancia y significado anterior.
- Hoy sobresale la función comercial, por la centralidad de Toledo en el valle del Tajo;
- la función militar, por la presencia de importantes instalaciones que recuerdan su valor estratégico en el pasado;
- la función religiosa como sede metropolitana de la Iglesia española desde la época visigoda;
- la función política como capital de la comunidad de Castilla La Mancha, recupera el significado que la ciudad tuvo hasta el s.XVI como sede frecuente de los reyes de Castilla y España;
- la función turística y cultural, como importante espacio educativo y de ocio de singular valor monumental se beneficia de su proximidad a los flujos turísticos que la aglomeración madrileña genera.
La ciudad es una herencia del pasado que se manifiesta materialmente a través del emplazamiento, situación y elementos que integran su morfología o paisaje, es decir, el plano, la construcción y los usos del suelo. Toledo es un ejemplo perfecto de espacio heredado por la permanencia en el tiempo de su plano medieval y construcción de influencia islámica.
EL EMPLAZAMIENTO
El emplazamiento es el espacio concreto y físico sobre el que la ciudad se asienta. Es la topografía que condiciona su paisaje urbano y su desarrollo espacial. La elección del lugar de emplazamiento depende de la función que originó la ciudad, bien sea defensiva, comercial o de cualquier otro tipo, y de las características del medio físico. De este modo los emplazamientos preferidos son colinas, vados, estuarios, islas fluviales, confluencias de ríos y relieves costeros.
Toledo se haya emplazado sobre un fragmento individualizado del zócalo cristalino de los Montes de Toledo, por el torno epigénico del Tajo. Se trata de un emplazamiento privilegiado para las necesidades defensivas que dieron origen a la primitiva ciudad celtíbera, después de un poblamiento prehistórico sobre el inmediato cerro del "Buf..." y que fueron importantes durante la época romana y la Edad Media.
Al igual que ocurre en otras ciudades históricas, el crecimiento reciente hace que el emplazamiento defensivo sea insuficiente para cubrir las necesidades de mayor espacio urbano y albergar una población cada vez más numerosa. La ciudad moderna desborda las murallas y se extiende hacia el Este y el Oeste por la vega del Tajo y hacia el Norte por la carretera de Madrid.
LA SITUACIÓN
La situación es el entorno geográfico más amplio en el que la ciudad se enmarca y con relación al cual se organiza. Hace referencia a las condiciones generales del espacio que rodea a la ciudad, como ríos, montañas, naturaleza del suelo y sobre todo vías de comunicación y elementos de producción que permiten la realización de las funciones urbanas.
La situación de Toledo se define con relación a una zona de contacto entre economías y paisajes diferenciados, el valle del Tajo y los Montes de Toledo y al cruce de dos ejes naturales de comunicaciones. Un eje Este-Oeste constituido por el Tajo, aprovechado en la antigüedad para el trazado de la calzada romana de Zaragoza a Mérida y posteriormente por los flujos de tráfico modernos. Otro eje Norte-Sur formado por las vías que atraviesan el Sistema Central para dirigirse por los Montes de Toledo a La Mancha y Andalucía.
MORFOLOGÍA URBANA
El paisaje urbano o morfología de la ciudad es el resultado de la combinación del plano, la construcción y los usos del suelo, sometidos todos ellos a un constante cambio en función de la evolución económica y social. Precisamente esa movilidad hace que el paisaje urbano no sea algo definitivo, sino que continuamente se esté haciendo y deshaciendo.
EL PLANO
De todos los elementos señalados, el plano es el más conservador. Debido a la pugna de intereses entre los poderes públicos, responsables de la organización de la ciudad y los particulares, propietarios del suelo; así frente a la regularidad de las plazas mayores castellanas, la irregularidad de la plaza de Zocodover se explica por la oposición de los propietarios de los antiguos edificios al producto de remodelación renacentista de Herrera del s.XVI.
El plano es el resultado de la combinación a través del tiempo de superficies libres, calles, parques o plazas y de superficies construidas. En él aparece lo que se denomina líneas de fijación y cinturones de expansión.
LÍNEAS DE FIJACIÓN Y CINTURONES DE EXPANSIÓN
Las líneas de fijación están constituidas por aspectos físicos como ríos, montañas; aspectos humanos como murallas, instalaciones militares, ferroviarias, aeropuertos; o invisibles en el territorio como la estructura de la propiedad o determinadas calificaciones del suelo como puede ser la de zona de protección de paisaje en el caso de ciudades declaradas conjunto histórico-artístico. Las líneas de fijación son elementos estructurales del plano que actúan como obstáculos o barreras al crecimiento de la ciudad. Con el tiempo ceden ante la presión constructora dando origen a áreas o cinturones de expansión.
MODELO ESPONTÁNEO Y MODELO PLANIFICADO
El plano de una ciudad es un legado del pasado histórico y por lo tanto un añadido de piezas yuxtapuestas vinculadas a concepciones y modelos urbanos dominantes en diferentes épocas. El plano del casco histórico de Toledo responde al modelo propio de ciudad islámica, irregular y de naturaleza espontanea, calles y espacios públicos obedecen al predominio de los intereses de los particulares frente al carácter regular y a la reglamentación dominante en la ciudad medieval cristiana, sobre todo en las de tipo de bastida como Vitoria.
Características de la ciudad islámica que perduran en la morfología urbana son los espacios compartimentados que se diferenciaban funcional y socialmente con sus propias murallas y puertas, como los arrabales de la Antequeruela y la Granja, al norte con la puerta de Alfonso VI, la Almudena o Ciudadela al Este de la plaza de Zocodover, la Almedina o resto de la ciudad donde se reconoce la judería principal, con las sinagogas de Sta María la Blanca y el Tránsito. Además calles estrechas y tortuosas, alardes o callejones sin salida que se cerraban con una puerta por la noche, corrales o plazas semipúblicas de las que el corral de Don Diego es un buen ejemplo y cobertizos o calles cubiertas por casas.
Por otro lado la ciudad moderna responde al modelo de ciudad orgánica o funcional, con sistema viario jerarquizado que recoge la carta de Atenas. Predomina el plano regular y los barrios de crecimiento planificado como en el caso de los bloques de Sta Teresa, Palomarejos y el polígono industrial. Existen también ejemplos de plano irregular en los barrios de crecimiento espontáneo.
LA CONSTRUCCIÓN
La construcción es otro elemento de la morfología urbana se define por el entramado, la tipología y el volumen de la edificación.
ENTRAMADO CERRADO Y ABIERTO
El entramado es la forma en que se agrupan y ordenan los edificios dentro de la ciudad. Según la intensidad en la ocupación del espacio se habla de entramado cerrado o abierto.
En el cerrado las construcciones se disponen de forma compacta en un aprovechamiento intensivo del suelo, es la ordenación típica de las ciudades medievales limitado su territorio por la muralla como Toledo o Vitoria, y de los ensanches españoles del s.XIX como el de Barcelona con edificación en manzana cerrada entorno a un patio central que las recientes corrientes del urbanismo incorporan como puede apreciarse en el barrio de las Malvinas en Toledo.
En el entramado abierto los edificios se disponen de forma aislada o adosada dejando espacios libres intermedios, corresponde a zona residenciales del tipo ciudad-jardín, modernas urbanizaciones de viviendas unifamiliares y bloques y torres multifamiliares.
Las áreas residenciales de tipo ciudad-jardín responden a la influencia higienicista del siglo pasado sobre todo a través del inglés Owar y del español Arturo Soria y Mata, autor del proyecto de Ciudad Lineal de Madrid. Estas ideas fueron divulgadas en nuestro país por las leyes de casas baratas de 1908, 1911 y 1921 que propiciaron la construcción de alojamientos unifamiliares para obreros y clases medias, colonias como la de Prosperidad en Madrid o el poblado obrero de la fábrica de armas de Toledo son algunos ejemplos. Las urbanizaciones de viviendas unifamiliares con pequeño jardín que proliferan hoy, sugidas en las zonas periurbanas de nuestras ciudades recogen la herencia anterior.
Los edificios de viviendas multifamiliares que se disponen en bloques aislados o torres de numerosos pisos dejando espacios libres para equipamientos colectivos, jardines y aparcamientos constituyen lo que los anglosajones denominan openn-claning. Su origen se encuentra en el funcionalismo que surge en Europa tras la 1GM entorno a Gropio fundador en 1919 de la Bauhause. Esta teoría fue propagada por Le Corbusier, máximo defensor de la concentración de las viviendas en edificios de gran altura y divulgada tras la publicación de la Carta de Atenas en 1943.
TIPOLOGÍA: EDIFICACIÓN TRADICIONAL Y EDIFICACIÓN MODERNA
La tipología de la construcción refleja también la historia de la ciudad. Así se distingue una edificación tradicional frente a la edificación moderna.
En Toledo la construcción tradicional del casco histórico responde a la influencia de la casa islámica, mampostería y ladrillo, con patio central, cerrada al exterior conforme a la herencia greco-romana y al interiorismo de la estética musulmana. Posteriormente se adaptó a las necesidades y estética del mundo cristiano. Aparecen las fachadas monumentales con portadas de piedra y escudos, galería abierta en el piso superior y balcones de miradores que suponen la traducción o versión cristiana de los ajinetes y celosías cristianas.
La construcción moderna dentro del casco antiguo está representada por algunos edificios neomudejar, modernista, eclectica y otros que enlazan con la construcción tradicional o supuestamente castiza. Por el contrario en los nuevos barrios de extramuros existe una tipología variada como en cualquier ciudad, viviendas unifamiliares que adquieren extraordinario desarrollo en las periferias urbana por la generalización de los comportamientos ruurbanos y del automóvil como medio de transporte individual.
VOLUMEN DE EDIFICACIÓN
Edificación en altura constituida por manzanas y bloques laminares o de doble crujía sin patios interiores y viviendas a dos fachadas, bloques cerrados o de triple crujía con pequeños patios o huecos interiores que separan las viviendas que hay en cada fachada y torres. Edificación en precario presentada por caso de infravivienda y construcciones degradadas y formas de chabolismo vinculadas a las grandes aglomeraciones como Madrid.
USOS DEL SUELO: FUERZAS CENTRÍFUGAS Y FUERZAS CENTRÍPETAS
El tercer elemento integrante de la morfología urbana son los usos del suelo, expresan las diferentes utilizaciones del espacio en relación con las necesidades y actividades de la población son el elemento más dinámico del paisaje de la ciudad por las transformaciones que experimentan las actividades establecidas y la sustitución de unas por otras. Esos cambios se deben a la existencia de fuerzas centrífugas y centrípetas que actúan siempre.
Las fuerzas centrífugas impulsan a las industrias, grandes superficies comerciales, clases altas a desplazarse a localizaciones periféricas. Es un movimiento también favorecido por el modelo urbano de ciudad zonificada, orgánica y funcional impuesto por el planeamiento oficial en todo el mundo.
Las fuerzas centrípetas por el contrario atraen al centro población joven deseosa de libertad, al comercio de calidad y servicios especializados que buscan los beneficios de la centralidad.
LOS CASCOS HISTÓRICOS, PROBLEMÁTICA ACTUAL DE LA CIUDAD HEREDADA
A pesar del carácter cambiante de los usos del suelo algunos tienden a permanecer en sus localizaciones tradicionales por el peso de la historia y el valor simbólico y representativo que esos espacios adquieren a través del tiempo. En Toledo la función politico-administrativa ha pervivido durante siglos en lo que fue la ciudad oficial al este de Zocodover. Allí estuvo el ofitium-palatinum romano, el palacio visigodo y musulmán. En aquel recinto se construye en el s.XVI el actual alcázar hoy utilizado como gobierno militar y convertido en uno de los símbolos más representativos de la ciudad.
Los usos religiosos son otro ejemplo de herencia funcional. La catedral se levanta donde antes estuvo la mezquita mayor y anteriormente una importante iglesia visigoda. La Torre de Santiago del Arrabal aprovecha un antiguo minarete. El borde norte del casco antiguo permanece desde el s.XVI como zona eminentemente conventual a pesar de la aparición de usos institucionales sobre espacios afectados por la desamortización.
ESPACIO CONFLICTO
Las áreas centrales de las viejas ciudades comprendían la problemática de la herencia histórica y constituyen en todas partes espacios conflicto. El vaciamiento demográfico conduce al envejecimiento progresivo de sus habitantes y a la degradación social de ciertos sectores con la consiguiente pérdida de poder adquisitivo. Desde 1950 el casco histórico de Toledo ha perdido más de la mitad de su población.
POLÍTICAS DE REVITALIZACIÓN: RENOVACIÓN URBANA Y REHABILITACIÓN
El deterioro material paulatino de sus edificios favorece la ruina y acelera los procesos de invasión, sucesión, funcional y social. La función residencial tiende a ser reemplazada por funciones terciarias y de utilización más intensiva del suelo. Los problemas de polución y congestión del tráfico originados por la inadecuación de la estructura viaria son cada vez más graves. Todo ello junto a su valor simbólico convivencial y educativo tiende a plantear en el mundo entero políticas de revitalización de los cascos históricos. Así se emprenden actuaciones de renovación y rehabilitación que responden a intereses, ideologías y estrategias contrapuestas.
La política de renovación supone la destrucción de la trama urbana antigua y su sustitución por otra nueva lo que origina un cambio morfológico, funcional, estructural y social con aumento de volúmenes, es una modificación del paisaje urbano como el del antiguo barrio madrileño de Pozas. En Toledo los principales procesos de renovación afectan a los espacios próximos al centro y de mayor calidad ambiental y paisajística como la Judería, responden a la ideología del máximo aprovechamiento económico.
En la política de rehabilitación prevalece la idea de conservación y mantenimiento sobre la derribo para nuevas construcciones tiene como objetivo la protección del patrimonio edificado con la recuperación de viejos edificios. Así sucede en la manzana de Cascorro y en las corralas madrileñas, es también un urbanismo alternativo que pretende mantener la mezcla social y funcional del centro y evitar el desplazamiento de su población.
LA CONSTRUCCIÓN DEL ESPACIO URBANO
La ciudad es un espacio físico y social en continuo cambio que se construye por influencia de las funciones predominantes a lo largo del tiempo y por la acción combinada de diversos agentes sociales con intereses contrapuestos.
EL PODER POLÍTICO
El poder político orienta la expansión de la ciudad a través de la legislación y la planificación, crea infraestructuras y equipamientos, construye viviendas sociales, genera usos propios del suelo y arbitra los conflictos entre los agentes productores de la ciudad.
LOS GRANDES PROPIETARIOS DEL SUELO
Los grandes propietarios del suelo dirigen el crecimiento del espacio urbano hacia sus posesiones para beneficiarse de la plusvalía que genera la transformación del suelo rural en urbano. Para ello se valen de parcelaciones legales a través de los mecanismos previstos por la legislación y a veces de parcelaciones ilegales en la periferia, en una política de hechos consumados.
LOS PEQUEÑOS PROPIETARIOS DEL SUELO
Los pequeños propietarios buscan la máxima plusvalía dentro del casco urbano o en sus inmediaciones a través del aumento de la densidad de construcción, del incremento de altura y volúmenes de edificación, del trazado de nuevas alineaciones y mediante operaciones urbanas de renovación interior. Por ello se oponen a medidas conservacionistas del patrimonio arquitectónico.
PROPIETARIOS DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN
Promotores e inmobiliarias construyen bloques de viviendas y equipamientos colectivos a menudo lejos del centro urbano, su estrategia se orienta a la obtención de ayudas estatales para la construcción, a conseguir la máxima edificabilidad y a crear suelo urbano. Los propietarios de los medios de producción crean zonas industriales, grandes superficies comerciales y compiten por la utilización del centro de actividad o CBD.
LOS CIUDADANOS
Los ciudadanos actúan a través de movimientos sociales para conseguir mejoras urbanas, defienden elementos singulares de la ciudad por su valor histórico, ecológico o funcional y participan en la organización de la vida local.
CONCLUSIÓN
La ciudad resume la herencia del pasado y la acción de agentes sociales que intervienen en su producción y organización.
La ciudad resume la herencia del pasado que deja su huella en la morfología urbana y pone de manifiesto la acción de los agentes sociales que intervienen en su construcción física y mental.
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